Los resultados de dicho sondeo, publicado en este medio hace un par de semanas, arrojaron que más del 70 % se mostró insatisfecho por sus ventas de aire acondicionado este verano.
La semana pasada, este medio publicaba los resultados de una encuesta lanzada previamente que respondía a la pregunta ‘Cómo ha ido la campaña de aire acondicionado?’. Este sondeo, público para cualquier profesional del sector que quisiera dar su punto de vista de las ventas obtenidas durante la época estival. La conclusión fue clara: más del 70 % se mostró insatisfecho por sus ventas de aire acondicionado este verano.
Ahora, Luis Quesada Molina, director técnico comercial en climatización en Grupo Aplus, abrió un melón en su perfil de LinkedIn sobre los motivos que han provocado que la campaña de aire acondicionado haya ‘flojeado’ en el presente curso. Quesada se pregunta si son los precios o si el sector falla en algo más, si es un tema de precisión, de canal o simplemente este año el calor ha sido más flojo de lo esperado.
Él mismo da unos posibles motivos: “El mercado cada vez está más tensionado, con costes que aprietan los resultados y competencia que no para de subir”. Pero, ¿esto es todo? Su publicación recoge la opinión de diferentes profesionales que analizan sus ventas, su verano y el año 2024, en general.
Previsión, calor tardío y bajada tras la ‘burbuja’
El frigorista José Javier López Reinaldo lo tiene claro: “Hay un poco de todo: previsión, calor que llega tarde, es más soportable o dura menos semanas, y el paro ‘normal’ tras una ‘burbuja’ de cuatro años”. Se explica. “Llevamos sin parar desde que salimos del confinamiento, siempre al alza, superando facturaciones de ejercicios anteriores”, explica López Reinaldo. Algo que “no era normal y tenía que llegar el momento del frenazo”.
En sus palabras, “he tenido un invierno y primavera brutales. En cambio, entre julio y agosto, me he quedado en el 33 % de la facturación de junio”. Es decir, resume, “ha habido previsión”. Lo normal, continúa, “hubiera sido un bajón ahora, pero el calor llegó tarde y la gente se plantea las cosas de otra manera”. Y hay que unirle dos factores más a su reflexión: “La que se va de vacaciones y ya prefiere no gastarse ese dinero en clima (“para lo que queda me aguanto”) y la inminente vuelta al cole y los gastos que conlleva”.
Las instalaciones, entre febrero y mayo
Por su parte, otro instalador coincide con que su verano “ha sido flojo”, pero si mira con perspectiva el año al completo, “la impresión ha sido muy positiva”. Y comparte algunos de los motivos. “El calor empezó muy pronto (en Madrid en el mes de mayo ya hubo días de aire acondicionado), pero en junio casi hizo frío”. Asimismo, dicho profesional considera que “cuando los clientes entiendan que las instalaciones de frío hay que hacerlas entre febrero y mayo, y los meses de verano son para reparar equipos, diremos que los veranos son muy flojos pero el trabajo estará repartido durante todo el año, que, como empresas, creo que es lo que nos interesa”.
A su vez, varios instaladores coinciden en una cuestión primordial a la hora de que se mueva el mercado: la situación económica en España no es la mejor. Partiendo de esta base, si el calor se retrasa, la vuelta al cole se encarece y las vacaciones son ‘intocables’ para muchas familias españolas, lo que ‘sobra’ en esta ecuación es el aire acondicionado.