Las asociaciones de instaladores FEGiCAT, ASETIFE, Agremia y Epyme analizan cómo ha evolucionado la campaña de aire acondicionado durante la última década.
La campaña de aire acondicionado ya está en plena ebullición. Atrás quedaron las lluvias primaverales que se extendieron hasta mediados del mes de mayo en algunas zonas de nuestro país y que provocaron cierto nerviosismo entre distribuidores y fabricantes. Las altas temperaturas han llegado y lo han hecho de golpe, impulsando una campaña en la que las previsiones son mucho más optimistas que las del año pasado.
Sin embargo, la campaña ya no es lo que era. Su evolución se ha acelerado especialmente en los últimos años. La extensión de la temporada más allá de los meses habituales ha supuesto, sin duda, el gran cambio de la última década. Pero no ha sido el único. Los usuarios también han transformado su demanda. Ya no perciben el aire acondicionado como un producto exclusivo para los meses de verano, sino como un sistema de confort permanente que puede funcionar como una alternativa de calefacción en invierno.
Sin duda, la desestacionalización de las instalaciones de equipos de climatización es el fenómeno que más ha transformado la campaña. Así lo reconoce Matías Ángel Gutiérrez, gerente de ASETIFE (Asociación de Instaladores de Toledo), que señala que “aunque sigue habiendo un repunte importante en verano, son cada vez más habituales las instalaciones a lo largo de todo el año”.
Una tendencia que, según el propio Gutiérrez, presenta ventajas importantes para el colectivo profesional, como la disminución del intrusismo. Y lo explica. “Al repartir el trabajo durante más meses, las empresas pueden mantener precios ajustados sin verse forzadas a competir con tarifas reducidas de instaladores no autorizados”.
Reparto de la demanda a lo largo del año
Los instaladores sevillanos de Epyme también ven con buenos ojos la creciente desestacionalización. ¿El motivo? Que pueden planificar su trabajo a lo largo del año de una mejor manera y evitar los picos de demanda en los meses de más calor. De hecho, algunos se reinventan y optan por lanzar ofertas de instalación de aire acondicionado en invierno, realizando un importante descuento al usuario final, como confiesa Miguel Ruiz, responsable de comunicación de la asociación sevillana.
Desde Agremia también han percibido el aumento de la desestacionalización de la temporada desde hace varios años, aunque “el grueso de la demanda aún se concentra en las épocas de mayor calor“. Su directora general, Inmaculada Peiró, destaca tres ventajas del nuevo modelo de campaña: la posibilidad de distribuir de una manera equitativa la demanda de suministro e instalación de los equipos a lo largo del año, la mejor planificación, y la reducción de los tiempos de espera o de roturas de stock por parte de fabricante o distribuidores.
El perfil de la demanda se transforma
Por su parte, desde FEGiCAT apuntan una cuestión que a veces pasa desapercibida y que explica la desestacionalización: la transformación en el perfil de la demanda. Y es que, si antes el aire acondicionado se consideraba un producto estacional y casi exclusivo de los meses de verano, a día de hoy la película ha cambiado.
“Actualmente, hablamos de un sistema de confort permanente“, tal y como explica Raúl Rodríguez, director general de FEGiCAT. “El cambio climático, el auge de las bombas de calor (frío o calor), la electrificación de la demanda y una mayor conciencia sobre la eficiencia energética han cambiado por completo el panorama”, añade.
No obstante, hay muchas pymes que todavía concentran su demanda en el pico estival. Para ellas, es difícil mantener la actividad durante el resto del año. Y todo ello sin hablar de un problema de fondo como la falta estructural de personal cualificado. Y es que, “sin mano de obra, ni la mejor campaña puede funcionar bien, sea en verano o en enero”, concluye Rodríguez.
Nota: Este medio publicará en el próximo número de Cuadernos de Climatización y Confort un amplio reportaje sobre la campaña de aire acondicionado de este año.