El distribuidor madrileño de fontanería y calefacción ha llevado a cabo una rehabilitación de la fachada de su sede de Bravo Murillo y ha aprovechado para realizar otros trabajos de mejoras y reestructuración de espacios. Así lo cuentan a este medio fuentes de la empresa.
Eugenio Pereda Saneamientos estrenará la nueva fachada de su sede de Bravo Murillo (Madrid) a mediados de febrero si nada se tuerce. Es la fecha prevista para la finalización de unas obras que comenzaron el pasado año y en las que el distribuidor también ha aprovechado para reestructurar el espacio e incorporar una exposición de equipos de calefacción eficientes.
El edificio de Eugenio Pereda Saneamientos en la calle Bravo Murillo en Madrid está catalogado como de protección integral, pues fue el emplazamiento del antiguo cine Europa, obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto y construido en 1928. El punto de venta del distribuidor abrió al público en 1997 y necesitaba algunas reformas para mantener el edificio en buen estado.
El objetivo principal de las obras ha sido el de desprenderse de la gran marquesina que cubría toda la fachada para sustituirla por otra de formas curvas (igual a la original), que armonizara mucho mejor con las líneas de la fachada, tal y como explican fuentes de la empresa al área de Climatización y Confort de C de Comunicación.
Reestructuración de espacios
Sin embargo, Eugenio Pereda Saneamientos también ha aprovechado las obras para acometer otros trabajos en este establecimiento, que cuenta con una superficie comercial de algo más de 3.000 metros cuadrados. De esta manera, se ha decidido eliminar la cafetería y sustituir ese espacio por una exposición de nuevos equipos de calefacción más eficientes. “Hemos expuesto aparatos de aerotermia y un suelo radiante para que la gente pueda ver cómo funciona, aparte de termos y calderas de gas convencionales”, señalan a este medio desde el distribuidor.
Las puertas de acceso también han tenido que ser modificadas. “Estaban estropeadas y optamos por cambiar el color de toda la carpintería de la planta baja y sustituirlo por antracita”. Además, también se ha sustituido el gran ventanal característico de este edificio por otro fabricado en acero y lacado en antracita para simular al original de forja, y se han pintado de aluminio el resto de las ventanas con un color muy similar al de la fachada.
De momento, desde Eugenio Pereda Saneamientos no se plantean realizar ningún evento especial de inauguración de la fachada de la sede debido al aumento de los contagios por ómicron. Una sexta ola que ha afectado de lleno al distribuidor, que ha llegado a tener hasta a una quinta parte de su personal de baja durante la pasada semana. Además, las obras de la fachada tuvieron que paralizarse esa misma semana porque toda la cuadrilla de operarios estaba de cuarentena.
Aunque en dos semanas podrán terminar el exterior y quitar la valla de la obra, en el interior los trabajos de la reforma de la entrada se prolongarán durante un par de meses más. Sin embargo, esto no afectará al funcionamiento del centro de Bravo Murillo, que ha permanecido abierto al público durante todo el tiempo que han durado las obras de rehabilitación de la fachada.
Es importante destacar que pese a que la empresa es conocida mayoritariamente como Saneamientos Pereda, el nombre ha tenido que cambiarse recientemente por Eugenio Pereda Saneamientos. El motivo es que dos hermanos de Eugenio Pereda montaron empresas similares a la suya unos años después en Bilbao y Oviedo. Como no podía registrarse el mismo nombre para las tres empresas, el distribuidor madrileño decidió cambiarlo. De ahí que ahora se los conozca como Eugenio Pereda Saneamientos.
