El temporal de frío y nieve provocado por la llegada de la borrascas Gérard y Fien ha generado episodios de congelación en algunas tuberías de edificios y viviendas unifamiliares, llegando a interrumpir incluso el suministro de agua caliente.
El temporal de frío y nieve provocado por las borrascas Gérard y Fien ha generado episodios de congelación en las canalizaciones de los edificios y viviendas unifamiliares. De hecho, en algunos hogares se ha llegado a interrumpir el suministro de agua, tanto fría como caliente sanitaria.
Con el objetivo de garantizar la existencia de una presión necesaria para la circulación del agua por las tuberías interiores, Andimat aconseja aislar las canalizaciones que transcurren por el exterior de las viviendas o edificios.
Desde la asociación advierten que, mientras que en las tuberías enterradas a una cierta profundidad el terreno actúa de aislante sobre estas canalizaciones (salvo en caso de temperaturas extremas), los riesgos de congelación son mayores para aquellas que son exteriores, próximas al contador o que recorren la fachada.
Andimat aconseja cómo aislar las tuberías
“Si no se toman medidas, como aislar las tuberías vistas en aquellas zonas donde estén expuestas a temperaturas por debajo de 0º C, se podrían congelar produciendo la falta de presión necesaria para que el agua caliente sanitaria llegara al interior de la vivienda, impidiendo una ducha o el aseo básico”, explica Luis Mateo, director general de Andimat.
Todas las tuberías de un edificio deben estar correctamente aisladas y las exteriores deben contar con protección de chapa metálica o similar. “De esta manera, aparte de evitar su posible congelación, ahorraremos energía para calentar el caudal de agua al alcanzar antes la temperatura necesaria”, afirma Mateo.
Aunque el aislamiento de tuberías requiere un material específico, “si no están aisladas, para evitar que se congelen podemos aplicar remedios caseros como recubrirlas con papel de periódico, paños o cinta aislante”, señala el director general.
Y finaliza con una recomendación: “En caso de que las tuberías ya se hayan congelado, nunca hay que aplicar agua caliente porque se pueden reventar; siempre calor seco a través de, por ejemplo, un secador de pelo”.