Paulino Pastor, director general de Ambisalud, y Rocío Granados, responsable del área de Legionella de Ambisalud, explican en un webinar las novedades y principales cambios de la nueva modificación del Real Decreto.
En enero de 2024, el Ministerio de Sanidad presentó un documento que terminó por convertirse la actual modificación del Real Decreto 487/2022 de 21 de junio. Ahora, con este nuevo documento dedicado a prevenir la Legionella se incluyen una serie de novedades: cambia el concepto de ‘titular de la instalación’, se debe establecer un plan de prevención de legionelosis, la entidad que realice la toma de muestras deberá estar acreditada o el agua de retorno puede volver al circuito de distribución sin desinfección previa, entre otros.
Así lo han explicado, Paulino Pastor, director general de Ambisalud, y Rocío Granados, responsable del área de Legionella de Ambisalud, en un webinar para exponer las novedades y principales cambios de la nueva modificación del Real Decreto.
Ya en enero de este año en curso, se hacía obligatorio el establecimiento de una plan de prevención de legionelosis. Dentro de ese plan, el titular puede optar entre elaborar un PPCL (Plan de prevención y control de legionelosis) o un PSL (Plan Sanitario frente a Legionella) con el objetivo principal de minimizar la presencia, proliferación y dispersión de aerosoles.
Las novedades de la modificación del Real Decreto de Legionella
Una de las novedades que Rocío Granados indicó durante su ponencia es que, si hasta ahora, la responsabilidad siempre era del titular de la instalación, ya no es así. Se aporta que el responsable de la instalación sea el explotador. Es decir, “hay muchas situaciones en las que el titular tiene el edificio alquilado y son estos inquilinos quienes explotan la instalación”. Ahora, exceptuando situaciones en las que entre ambas partes se llegue a algún tipo de acuerdo diferente al reflejado en la legislación, será este último quien deba responsabilizarse de las instalaciones que utiliza.
En otro orden, dentro de los planes de prevención, hay cambios en los programas de muestreo. Antes, existía una separación de responsabilidades. El mantenedor ejecutaba los tratamientos y, por otro lado, una entidad diferente hacía la toma de muestras y el análisis. “Ahora, la entidad que realice la toma de muestras debe estar acreditada para ello”, explicó Granados. En 2030, todas las entidades deberán acreditar su actividad.
Mientras, en lo que respecta a los requisitos de las instalaciones de ACS, Granados mencionó la nueva diferenciación entre esos depósitos menores de 750 litros pero mayores de 250 litros. Y mostró su preocupación por “para nosotros, un gran error: si el agua de retorno no debía volver al circuito de distribución sin sufrir una desinfección previa, ahora ya no es necesario”. Algo que, para la responsable del área de Legionella de Ambisalud, “es importantísimo, al no pasar por el sistema de desinfección ponemos en peligro la instalación al completo“.
Definición de los planes de prevención
La parte final del webinar corrió a cargo de Paulino Pastor, quien se encargó de desarrollar los planes de prevención. Respecto al PPCL, Pastor lo definió como “una receta, que hay que ajustar a las características de cada instalación, pero define bastante bien la metodología”. Mientras, el PSL “queda un poco vago, no tenemos una estrategia clara”.
Con el PPCL, existirían cuatro áreas de trabajo: diagnóstico inicial y descripción de instalaciones del equipamiento; programa de actuación; revisión periódica y la opción de hacer auditorías externas. Mientras, el Plan Sanitario de Legionella debe estar basado en recomendaciones de la OMS y especifica varias áreas: evaluación de riesgo, medidas de control y verificación, gestión y comunicación, y evaluación continua del PSL. “No está muy claro en qué consiste la evaluación”, expresó Paulino Pastor.