Inmaculada Peiró, directora general de Agremia, aborda en esta entrevista el proceso de transformación constante que ha experimentado desde hace unos años el sector instalador, pero también los retos y oportunidades de futuro de los profesionales.
Durante los últimos años, hemos visto una gran evolución de las empresas instaladoras. ¿Hacia dónde se dirige la profesión?
A fecha de hoy, Agremia representa a 2.070 empresas instaladoras y la mayoría son pymes y autónomos. De todos ellos, cerca del 80 % ya dispone de tres habilitaciones diferentes. Es decir, hemos pasado de una empresa con una sola habilitación a las tres de ahora (gas, RITE y electricidad o frío industrial), por lo que está claro que la tendencia es la diversificación de actividades.
Otra de las cosas que más han cambiado es la necesidad de un reciclaje continuo, ya que la normativa cambia todos los años y cuando no se modifica el RITE, cambia el Código Técnico, el Reglamento de Frío Industrial, el de los Gases Fluorados…
También estamos viendo en algunos subsectores como el mantenimiento de calderas, o las comunidades de propietarios un proceso de concentración de empresas, con compras y fusiones. Los fondos de inversión están adquiriendo empresas instaladoras de un tamaño más grande, con lo cual ese segmento de empresas comunitarias se está concentrando en compañías más grandes.
Estas nuevas exigencias para el instalador profesional vienen dadas en muchas ocasiones por la evolución de la demanda del cliente, que es cada vez más integral…
Sí. Recuerdo que en nuestra fiesta patronal de 2013 nuestro presidente señaló que en el año 2020 llegaría un concepto de instalador Multi Pro, es decir, aquel que ya no hace una sola actividad, sino que tiene diferentes habilitaciones. Efectivamente, hoy en día esto es lo más habitual. Desde Agremia estamos apoyando mucho todo esto con nuestra escuela de formación, el lugar donde los instaladores se acaban formando, diversificando y llegando al cliente final.
Hablas también de la electrificación de las empresas instaladoras. ¿Cómo se están adaptando a este proceso?
Nosotros estamos convirtiendo a nuestro colectivo a la parte eléctrica. Para ello, contamos con un ambicioso plan estratégico formativo para los próximos años. La electricidad es parte de ese plan y así lo están viviendo nuestras empresas porque el cliente final se lo demanda. Nuestra escuela es el lugar donde las empresas se conocen y son competencia, pero a la vez surgen muchas colaboraciones entre las partes térmica y eléctrica.
¿Están los instaladores percibiendo todos estos cambios como una verdadera oportunidad de negocio?
Sí, y además el mercado les está llevando a ello. Estamos en un momento en el que nos encontramos en el foco de la transición energética, de la Agenda 2030, y yo creo que los instaladores se han dado cuenta de que son esenciales y que tienen que responder a lo que el cliente demanda. Por tanto, si el usuario final quiere un servicio integral, el instalador tiene que estar ahí, y creo que se han dado cuenta. Desde Agremia queremos marcar el camino y darles las herramientas para que lo hagan.
La entrevista completa puede leerse en el número 12 de Cuadernos de Climatización y Confort, que ya está disponible en nuestro visor web.