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ARTÍCULO TÉCNICO

Esto es lo que debes tener en cuenta para presupuestar una instalación de aerotermia con radiadores

Por C de Comunicación
Desde C de Comunicación hemos hablado con la empresa instaladora Grupo Aplus para conocer cuáles son los elementos que los profesionales deben tener en cuenta cuando se enfrentan a presupuestar este tipo de instalaciones.

La aerotermia con radiadores está ganando cada vez más terreno en un mayor número de viviendas por una razón clara: combina eficiencia, sostenibilidad y confort. Pero en el momento de presupuestar, no todo se reduce a multiplicar metros cuadrados por un número. Hay varios factores técnicos que influyen mucho en el precio final.

Desde C de Comunicación hemos hablado con la empresa instaladora Grupo Aplus para conocer cuáles son los elementos que los profesionales deben considerar cuando se enfrentan a presupuestar este tipo de instalaciones:

1. Tipo de vivienda y aislamiento

No es lo mismo una casa unifamiliar en la sierra que un piso céntrico en Valencia. Y lo que es más importante aún. El aislamiento. Un mal aislamiento hace que el sistema tenga que trabajar más, lo que implica una máquina más potente, más radiadores, y por tanto, más dinero. Una envolvente térmica deficiente obliga a sobredimensionar el sistema, lo que va a encarecer todo. Por eso, antes de presupuestar, conviene evaluar el aislamiento y considerar mejoras oportunas.

2. Metros, estancias y distribución

Es evidente pero, cuanto mayor sea la superficie y más compartimentado esté el espacio, más planificación requerirá la instalación. No solo por número de radiadores, sino también por el tipo: hay estancias que necesitan emisores más potentes o con un diseño especial. ¿Ejemplo? Un salón diáfano con grandes ventanales no se trata igual que un dormitorio interior.

3. El tipo de equipo de aerotermia

El mercado ofrece opciones como equipos monobloc, bibloc o soluciones híbridas. Cada una tiene implicaciones técnicas y económicas distintas. Los equipos más avanzados permiten mejor modulación y eficiencia, pero también suponen una inversión inicial mayor. A esto se suma la potencia nominal necesaria, que debe ajustarse con precisión para evitar sobredimensionamientos.

4. Radiadores compatibles

La aerotermia trabaja con temperaturas de impulsión inferiores a las de una caldera convencional, por lo que es imprescindible que los radiadores sean de baja temperatura o de alta emisión. Si se quieren mantener los radiadores existentes, hay que valorar si la instalación puede funcionar adecuadamente con la temperatura máxima alcanzada por la bomba de calor. Normalmente, esto es posible cuando se utiliza aerotermia de alta temperatura, que puede llegar a impulsiones de 70ºC, aunque, a costa de una menor eficiencia.

El cambio de radiadores representa un coste relevante que debe presupuestarse desde el inicio, especialmente si se opta por emisores dimensionados para bajas temperaturas.

5. Obra e instalación: lo que no se ve

Una parte importante del presupuesto corresponde a la instalación hidráulica y a las obras asociadas. ¿Ya existe una instalación previa de radiadores? Entonces hay parte del circuito que se puede aprovechar. Si no, tocará hacer canalizaciones, agujeros, soporte para la unidad exterior… Y todo eso suma. También hay que estudiar dónde irá esa unidad: no en todas las fachadas se puede instalar sin más.

6. Mano de obra y garantías

Los honorarios de la empresa instaladora varían según la complejidad del proyecto, la zona geográfica y el nivel de especialización. Elegir una empresa con experiencia contrastada y que ofrezca garantías claras es clave para evitar problemas futuros. El coste puede ser algo mayor, pero compensa en fiabilidad y durabilidad del sistema.

7. Otros costes que a veces se olvidan

Hay elementos que pueden pasar desapercibidos en un primer presupuesto, como el vaso de expansión, depósitos de inercia o sistemas de control domótico. Todo eso hay que tenerlo en cuenta desde el principio. Y, por supuesto, el mantenimiento: no es un gasto puntual, es parte de la inversión a largo plazo.

¿Y qué opinan los expertos?

Luis Quesada, director comercial de Grupo Aplus, señala que “en muchos casos se tiende a pedir presupuestos genéricos o sin estudio previo, lo que puede dar lugar a decisiones erróneas o a costes ocultos. La aerotermia es una tecnología eficiente, pero exige un dimensionado fino y adaptado a cada caso concreto.”

Según Quesada, un error común es asumir que cualquier radiador existente es compatible: “Con aerotermia de baja temperatura no siempre se alcanzan los niveles de confort esperados si no se ajusta correctamente la potencia del emisor. Por eso, antes de instalar, hay que realizar un cálculo térmico de cada estancia y valorar si conviene sustituir o mantener los radiadores.”

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