Un tribunal de Estados Unidos acaba de indemnizar con 76,7 millones de dólares a un técnico que perdió casi todos los dedos al enfrentarse a una fuga de R22 en un supermercado.
“No queremos millones, queremos seguridad“. Así de tajantes se han mostrado desde la Confederación Nacional de Instaladores (CNI) tras conocer que un tribunal de Estados Unidos acaba de indemnizar con 76,7 millones de dólares a un técnico que perdió casi todos los dedos al enfrentarse a una fuga de R22 en un supermercado.
El jurado determinó que la empresa titular de la instalación no había hecho el mantenimiento adecuado ni tenía registros de inspección o reparaciones. Esta situación “ha ocurrido en Estados Unidos, pero en España puede ocurrir en cualquier momento”, alertan desde CNI.
Seguridad para los instaladores
“Muchos técnicos acuden a instalaciones sin tener ni un plano, ni una revisión reciente, ni idea de qué se ha hecho antes. Y lo hacen poniendo su vida en juego“, explica la confederación. Una situación que, para CNI, no se trata de buscar culpables, sino de recordar, ante casos así, que las instalaciones tienen responsables y obligaciones legales.
En este sentido, la entidad pide “no mirar hacia otro lado: el mantenimiento debe hacerse, los registros deben conservarse y los riesgos deben minimizarse”.
