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Aisla consiguió agrupar el pasado año a más de 50 entidades comprometidas con el reconocimiento profesional del instalador en edificación a través de la firma de un manifiesto.
Aisla consiguió agrupar el pasado año a más de 50 entidades comprometidas con el reconocimiento profesional del instalador en edificación a través de la firma de un manifiesto.

Un tercio de las empresas de aislamiento térmico, en peligro por la falta de mano de obra

La falta de personal cualificado joven afecta especialmente a las pequeñas empresas. Sin relevo generacional, muchas de ellas "se verán abocadas al cierre definitivo". Así lo explica a este medio Álvaro Pimentel, secretario general de la Asociación de Instaladores de Aislamiento.

La falta de personal cualificado joven puede poner en juego la continuidad de hasta un tercio de las empresas instaladoras de aislamiento térmico. Así se tajante se muestra Álvaro Pimentel, secretario general de la Asociación de Instaladores de Aislamiento (Aisla), que remarca que este grave problema afecta especialmente a las pequeñas empresas

“Las microempresas -explica a este medio Pimentel- pasaban tradicionalmente de padres a hijos, pero éstos cambiaron de sector con la crisis de 2008 y ya no han vuelto”. Es por eso que en las pequeñas y medianas empresas “cuesta encontrar trabajadores cualificados“, algo que se achaca fundamentalmente a dos motivos: la desaparición de la figura del aprendiz y la ausencia de estudiantes en los grados de FP de edificación y obra civil. 

“El tejido empresarial del sector de la instalación está formado principalmente por empresas pequeñas, muy personalistas, dificiles de vender o traspasar, y que sin relevo generacional en la gerencia se verán abocadas al cierre definitivo“, alerta el secretario general de Aisla. 

Un problema que tiene su origen en la consideración sobre el sector del aislamiento térmico, enfocado en separar los espacios climatizados del exterior o de otros espacios para reducir la transmisión de calor entre ellos. “Sabemos que es un sector poco atractivo y que tradicionalmente se ha identificado como 3D (Dirty, Dangerous and Demeaning), es decir, sucio, peligroso y degradante“, afirma Pimentel. 

Sin embargo, el sector ha innovado y evolucionado, y actualmente se trata de una profesión limpia y dotada de grandes medidas de seguridad, algo cuya difusión es clave para intentar buscar soluciones a futuro. 

El futuro del sector 

Sin duda, el reconocimiento profesional es “la palanca que incrementaría el interés de las nuevas generaciones por este sector y garantizaría a medio y largo plazo la mano de obra cualificada, y por tanto, la continuidad”, señala Álvaro Pimentel a este medio. En este sentido, Aisla consiguió agrupar el pasado año a más de 50 entidades comprometidas con el reconocimiento profesional del instalador en edificación a través de la firma de un manifiesto. 

En esta dirección, cabe recordar que recientemente el INCUAL ha publicado la Cualificación Profesional de Colocación de sistemas de aislamiento térmico, acústico y de protección al fuego o frente al radón en obras de construcción. Esta cualificación recoge tres módulos formativos para aprender a instalar correctamente aislamiento térmico por el interior, en cámaras y por el exterior de los edificios. 

Esto servirá para reconocer la experiencia de los profesionales en activo de un sector “imprescindible para conseguir los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética de la UE que afronta un futuro prometedor y necesita trabajadores jóvenes”, finaliza Pimentel. 

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