Ante la posibilidad de que la medida implantada en Italia llegue a España, asociaciones como el Gremi de Instaladores de Barcelona o Instagi destacan que las comisiones de los pagos con tarjeta pueden suponer la "pérdida de parte los ingresos de una obra".
Italia ha aprobado este mes de julio una medida que contempla la imposición de multas administrativas a los comerciantes y profesionales -entre los que se incluyen fontaneros y electricistas- que se nieguen a cobrar a sus clientes con tarjeta. La norma tiene el objetivo de luchar contra la evasión fiscal y contempla sanciones de 30 euros que pueden incrementarse en un 4 % del valor de la operación.
Ante la posibilidad de que esta medida pueda implantarse en España, este medio se ha puesto en contacto con varias asociaciones de instaladores para cónocer cuáles podrían ser las consecuencias para los profesionales del sector en el caso de que nuestro país aprobara una norma similar.
Un escenario que no ven “lejano” desde el Gremi de Instaladores de Barcelona, pues “los pagos en metálico están cada vez más limitados, lo que indica que esta medida puede llegar a aplicarse en nuestro país”, señala su director, Daniel Carrasco.
Para Jesús María Gómez, gerente de la asociación Instagi, el traslado de esta norma a España supondría “un cambio en la manera en la de la que se hacen las cosas actualmente, ya que no es muy habitual que un fontanero realice un trabajo en un domicilio y cobre allí mismo, ni que acabe ese trabajo en una sola visita. Normalmente -continúa Gómez- es algún administrativo quien recoge los partes para emitir la factura”.
Las comisiones, el principal problema
Desde la asociación vasca apuntan a que podría ser “un arma de doble filo“, ya que si bien los fontaneros se aseguran el cobro también tendrán que efrentarse a los costes derivados de las inversiones en equipos y programas informáticos e incluso a posibles comisiones.
Una cuestión que puede convertirse en el principal problema de esta posible normativa y que también han resaltado desde el Gremi de Instaladores de Barcelona. “Entendemos que la aplicación de este tipo de medidas obligatorias deben acompañarse de otras medidas que regulen, limiten, e incluso eliminen, las comisiones que las entidades bancarias cobran a las empresas por utilizar este tipo de sistemas de pago”, explican.
“No vemos justo – continúa Daniel Carrasco -que se obligue a ofrecer este tipo de pago cuando la empresa pierde parte de sus ingresos en beneficio de un tercero, que utilizando otro método de pago no tendría que asumir”.
Puede eliminar el intrusismo
No obstante, las asociaciones parecen descartar que esto pueda afectar de manera negativa a la actividad de las empresas instaladoras autorizadas legalmente. De hecho, desde el Gremi de Instaladores de la capital condal consideran que puede ser “beneficioso para eliminar el intrusismo del mercado, dada la obligatoriedad de pagar con sistemas de pago que se puedan rastrear más fácilmente”.
Algo que también confirma el gerente de la Asociación Empresarial de Instaladores y Mantenedores de Guipúzcoa, que destaca que “si los fontaneros admiten el pago con tarjeta ofrecen más posibilidades a sus clientes y así se aseguran que van a cobrar antes por los servicios realizados“.
