Se trata de unos paneles de la gama Ursa Terra Vento, un material que los profesionales destacan por su maleabilidad y fácil instalación en fachadas ventiladas, tanto de obra nueva como para rehabilitación.
Los propietarios de bodegas Castell d’Or, el quinto productor de cava mayor de España, han decidido ampliar sus instalaciones de Vila-rodona (Tarragona). Para ello, han elegido una de las soluciones de aislamiento térmico de Ursa.
En concreto, se trata de Ursa Terra Vento P4252 , tal y como cuentan desde la compañía: “El Grupo CHMC Instalación y Distribución S.L ha sido el encargado de la instalación de una fachada ventilada, y su director de obras, José Ramón Prat, relata que con un bloque de hormigón en el interior y planchas de fibrocemento en el exterior, para completar la fachada ventilada, necesitábamos una lana mineral diez centímetros de espesor y elegimos Ursa Terra Vento P4252 suministrada por Diaterm“.
Una solución cada vez más demandada
Prat añade que “trabajamos con este material constantemente. Tenemos varias divisiones y en la fachada ventilada normalmente utilizamos este material por sus prestaciones y homologaciones. Además, siempre la elegimos con velo exterior, ya que este recubrimiento evita las visiones incómodas de los colores del material por las juntas abiertas de la fachada”.
Imagen de las obras en las instalaciones de las bodegas.
“Hemos ido viendo como ha crecido la demanda de esta solución que es técnicamente, a nuestro juicio, mucho más eficiente y rápida que cualquier otro sistema tradicional de fachada. Es una solución, tanto para obra nueva como para rehabilitación, muy limpia que te permite simultanear trabajos y optimizar el tiempo de ejecución”, asegura.
La eficiencia energética, prioritaria
La producción de vino y espumosos es una actividad que supone un alto consumo de energía: “El 92 % de la energía consumida en el ciclo de producción proviene de la electricidad. De ella, el 45 % se destina al proceso de fermentación y un 18 % al de embotellado, clasificación y filtración”, recuerdan desde Ursa.
No obstante -agrega la compañía- “el cuidado y la conservación de vinos o cavas requieren una alta eficiencia energética para ajustar al máximo factores como la graduación de la luz, la correcta temperatura o el perfecto aislamiento del vino para que no se estropee o se oxide”.
Cabe destacar que el nuevo edificio de la bodega Castell d´Or, de 6.500 metros cuadrados, tendrá dos plantas subterráneas con una capacidad de cuatro millones de botellas y un almacén logístico.