El fabricante austriaco de tuberías y accesorios de poliéster reforzado con fibra de vidrio ha invertido 3 millones de euros en su planta de Camarles (Tarragona) para poner en marcha una línea de producción de tuberías para rehabilitar redes de saneamiento.
Amiblu ha invertido 3 millones de euros para poner en marcha una nueva línea de producción de tuberías no circulares en su planta de Camarles (Tarragona). El motivo principal de la apuesta es que la demanda de este tipo de tuberías ha aumentado significativamente en Europa en los últimos años a causa del envejecimiento de los sistemas de alcantarillado urbano en las grandes ciudades.
Las tuberías no circulares sirven principalmente para rehabilitar sistemas de saneamiento y colectores urbanos de aguas residuales que se han deteriorado con el paso del tiempo, o sufren problemas de corrosión y necesitan ser reparados.
El diseño de estas tuberías y su sistema de implementación permiten “rehabilitar los colectores de aguas antiguos sin afectaciones importantes en la vía pública, como el levantamiento del suelo”, explican desde el fabricante de tuberías a este medio.
El funcionamiento es el siguiente: las tuberías se introducen dentro de los colectores antiguos – ya deterioriados- a través de un método de empuje y se unen con hormigón. De esta manera, funcionan como un colector nuevo con una vida útil superior a los 150 años.
Con su nueva línea de producción, el proveedor abastecerá principalmente a los mercados español, portugués, francés e italiano, donde la demanda de tuberías no circulares es cada vez mayor.
Así lo explica Xavier Arasanz, el director general de la compañía en España: “En algunos países como Alemania, Béglica, Francia, Suiza o Austria están muy sensibilizados medioambientalmente y han hecho una gran apuesta para rehabilitar y modernizar las redes de alcantarillado urbano. En Amiblu creemos en la necesidad de encontrar soluciones eficientes y sostenibles para el tratamiento de aguas, especialmente en las grandes ciudades”, señala.
Acuerdo en Bélgica
El verano pasado el fabricante firmó un acuerdo de colaboración con la empresa pública de tratamiento de aguas en Bélgica, Vivaqua, para la construcción de una fábrica de tuberías no circulares en la región de Anderlecht (Bruselas) con el objetivo de abastecer al mercado local.
La planta emplea actualmente a treinta personas y permite a Vivaqua autoproducir las tuberías no circulares necesarias para rehabilitar la red de alcantarillado urbano de Bruselas, sin necesidad de depender del mercado exterior.