Las enmiendas aprobadas por el Parlamento Europeo sobre el Reglamento F-Gas obligan a la cadena de frío a someterse a un cambio de estrategia en torno a las soluciones de las instalaciones de refrigeración, tanto en las nuevas como en las existentes.
El Parlamento Europeo ha aprobado recientemente las enmiendas sobre la propuesta del Reglamento F-Gas que incluyen cambios que obligan a la cadena de frío a “someterse a un cambio de estrategia en torno a las soluciones de las instalaciones de refrigeración a corto plazo, tanto en las nuevas como en las existentes”, tal y como asegura Susana Rodríguez, presidenta de AEFYT.
La aprobación de la normativa europea F-Gas está prevista para este 2023, mientras que su entrada en vigor se llevará a cabo un año después.
El borrador conocido hasta ahora se centraba especialmente en minimizar el impacto medioambiental y conseguir que la industria se dirija hacia el uso de gases de menor GWP, buscando alcanzar los compromisos de 2030 y la descarbonización de 2050.
La doble imposición del Reglamento F-Gas
Entre los cambios más destacados que contempla este borrador podemos mencionar la reducción importante de la cuota de toneladas de C02 equivalente que se podrán poner en el mercado, o la aplicación de una tasa que grava el uso de los refrigerantes por valor de 3 €/tCO2, equivalente a la implementación de un nuevo sistema de asignación de cuotas en el que ya no se habla de porcentajes y la importación de HFCs mínima previa exigida es de tres años.
Esta cuota de 3€/tCO2, sumada al Impuesto de Gases Fluorados aprobado en nuestro país, significaría una doble imposición, lo que puede ser “negativo para el desarrollo de la refrigeración en equipos nuevos y existentes”, tal y como han manifestado en anteriores ocasiones diferentes asociaciones del sector.
Contenido de las modificaciones de las enmiendas
Tal y como explica la presidenta de AEFYT, Susana Rodríguez, las principales modificaciones que introducen las enmiendas son las siguientes:
- Eliminación de todos los refrigerantes que contienen flúor (HFC-HFO), en la refrigeración a partir de 2025, y el total de refrigerantes en 2050.
- Una reducción progresiva de los HFC en el mercado de la Unión Europea a partir de 2039, con una eliminación completa de la producción y el consumo de HFC para 2050.
- Permitir a las autoridades aduaneras incautar y confiscar gases fluorados importados o exportados ilegalmente, de conformidad con la próxima directiva sobre delitos ambientales.
- A partir de 2024, solo se comercializará el 23,6 % de la cantidad de gases fluorados utilizados en 2015. A partir de 2027, el porcentaje caerá al 11 % y luego se acercará a cero de manera constante para 2050, siguiendo una trayectoria inclinada. Los mayores recortes se realizarán a partir de 2024.
- Extender el esquema actual de capacitación y certificación de F-Gas a refrigerantes alternativos.
¿Cuándo entra en vigor?
Como aseguran desde AEFYT, cuando se realice la publicación oficial, llegarán las negociaciones con el Consejo Europeo para adoptar una posición conjunta definitiva, a la que seguirán los trílogos.
El acuerdo, según las estimaciones que manejan desde AEFYT, podría llegar después del verano. Su entrada en vigor se producirá a los veinte días de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea y será aplicable a partir del 1 de enero del año siguiente, con lo cual se estima que sea a partir del 1 de enero de 2024.
Sobre si se puede conseguir estos objetivos, Susana Rodríguez ha destacado que “el sector ha demostrado una gran capacidad de resiliencia y adaptabilidad, pero que se deben acompasar las velocidades de todos los agentes del sector, acompañamiento y planificación, y por supuesto un alineamiento, sin fisuras y sin precedentes desde la Administración”.
