Estos refrigerantes son mezclas de hidrocarburos, son altamente inflamables y no están incluidos en la tabla A de la IF02 del Reglamento de Seguridad de Instalaciones Frigoríficas. Su uso incorrecto puede conllevar multas de hasta 100 millones de euros.
Fabricantes de refrigerantes han alertado sobre la situación del uso indebido de nuevos refrigerantes “ecológicos” inflamables, que se ofrecen como sustitutos de gases que se utilizan para instalaciones de climatización, refrigeración y automoción.
Estos gases son mezclas de hidrocarburos, son altamente inflamables y no están incluidos en la tabla A de la IF02 del Reglamento de Seguridad de Instalaciones Frigoríficas, por lo que la responsabilidad en su manipulación recaería en la empresa que lo utilice.
Como explica Blanca Gómez, directora de CNI Instaladores, “últimamente están surgiendo cada día más variedades de gases inflamables con menor PCA como sustitutos debido a la prohibición de gases fluorados”.
Estos gases son más económicos ya que, al ser inflamables, no se ven afectados por el impuesto de gases fluorados. Además, puede adquirirlos cualquier persona sin tener que acreditar que se trata de un instalador certificado que trabaja en una empresa habilitada.
De hecho, tal y como asegura Blanca Gómez, “el marketing y las etiquetas de estos refrigerantes podrían llevar a pensar a algún instalador profesional que son adecuados para la sustitución de HFCs en cualquier tipo de instalación sin pensar si están legalmente autorizados por el RSIF“.
“Aunque en general, un profesional certificado conoce a fondo la legislación y no compraría estos productos en sustitución de los legales, en el mercado hay infinidad de agentes que intervienen en las instalaciones y el precio más económico es un factor determinante”, matiza la directora de CNI.
Uso ilegal de los gases y riesgos derivados
Desde CNI Instaladores recuerdan que el problema no es la venta de estos refrigerantes (que es legal), sino el uso indebido provocado por el desconocimiento del comprador.
Además, alertan de que la utilización de estos refrigerantes entraña los riesgos habituales de los gases inflamables, ya que una fuga podría crear una mezcla en el aire circundante que podría provocar un incendio o una explosión.
El riesgo por el uso indebido de estos refrigerantes se agrava debido a otras dos razones:
- No pagan el impuesto de gases fluorados (al ser mezclas de hidrocarburos y no contener gases fluorados).
- No aplica el RD 1 15/2017 sobre comercialización y manipulación de gases refrigerantes, lo que supone un alto riesgo ante el desconocimiento de las medidas de seguridad necesarias para manejar estos gases, muchos de ellos altamente inflamables.
Multas de hasta 100 millones de euros
Las empresas que manipulen este tipo de gases de forma incorrecta podrían enfrentarse a distintas multas y sanciones, que dependen de si la infracción es leve, grave o muy grave.
Tras detectar la infracción, el procedimiento habitual contempla la paralización temporal de la actividad (total o parcial), además de un requerimiento a los responsables para que corrijan las deficiencias o ajusten su funcionamiento a las normas reguladoras.
En el artículo 34 de la Ley de Industria, se especifican las sanciones, que oscilan de 60.000 hasta los 100 millones de euros en función de la gravedad.
Por último, desde CNI Instaladores remarcan que “para poder utilizar un refrigerante en una instalación frigorífica o equipo de aire acondicionado es imprescindible que esté publicado en la tabla A de la IF02 del Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas“.
“Estos productos no figuran en dicha tabla A, por lo que no se pueden utilizar en ninguna instalación frigorífica o equipo de aire acondicionado”, finalizan.
Creo que hay una errata en el cuarto párrafo, ¿no?
“Estos gases son más económicos ya que, al NO ser inflamables, no se ven…”