Un año más, para conmemorar esta efemérides, las asociaciones AEFYT, AFAR y AFEC celebran una jornada en la que se pretende visibilizar la importancia de la climatización y la refrigeración en sectores esenciales de la sociedad.
Como cada 26 de junio desde hace seis años, hoy se celebra el Día Mundial de la Refrigeración, promovido por las Naciones Unidas. Una cita que busca dar valor y poner el foco en un sector “importantísimo”. Un año más, para conmemorar esta efeméride, las asociaciones AEFYT, AFAR y AFEC celebran una jornada en la que se pretende visibilizar la importancia de la climatización y la refrigeración en sectores esenciales de la sociedad, con un visible compromiso social y medioambiental y una clara apuesta por las buenas prácticas. Una cita que cobra más valor si cabe tras la entrada en vigor del Reglamento UE 2024/573, conocido como F-Gas, el pasado 11 de marzo.
Bajo el lema ‘Promoviendo temperaturas sostenibles’, este evento se centrará en crear conciencia sobre cómo la industria moderna del enfriamiento, la climatización y las bombas de calor se está adaptando y evolucionando para enfrentar los desafíos y oportunidades que afronta el sector. Todo ello proponiendo soluciones eficaces para hacer el día a día más saludable, eficiente y confortable.
Un sector en constante cambio
Para comprender hacia dónde va el sector, las medidas que debe implementar y qué retos y oportunidades tienen entre manos los profesionales que lo conforman, es importante realizar, previamente, una radiografía del mismo. En este punto, Susana Rodríguez, presidenta de AEFYT, señala que el sector de la refrigeración permanece “en constante cambio por el gran impacto que tienen las políticas marcadas a nivel europeo“.
Una situación de transición que “supondrá una oportunidad de crecimiento y mejora”. No obstante, el reto es inmenso: cubrir las necesidades de los usuarios de las instalaciones para cumplir los ambiciosos compromisos medioambientales marcados por el reglamento F-Gas, ya que “en más del 80 % del parque de instalaciones existentes hay que tomar medidas”. Un reto que, resalta Rodríguez, abarca desde los fabricantes -que han dedicado muchos esfuerzos en desarrollar tecnologías alternativas y optimizando plazos- hasta distribuidores e instaladores.
Precisamente, en la cadena de distribución, Pecomark fotografía el mercado: “Actualmente, hay una incertidumbre muy importante en el mercado por saber por qué gases refrigerantes se va a apostar en los próximos años”. La situación la califican desde el distribuidor de “crítica”. ¿Por qué? Por estar en plena transición hacia los refrigerantes naturales.
Un periodo de incertidumbre que, desde Pecomark, prevén se mantenga, como máximo, un par de años. “En 2027, hay prevista una reducción importante de cuotas de los importadores de gas y puede ser ese el momento del cambio”, lo justifican.
Desde el eslabón de la cadena que se encuentra en contacto con la sociedad, el frigorista José Javier López Reinaldo (FrigoMan) señala que “hay una especie de burbuja con un volumen de trabajo muy difícil de asumir en plazos cortos de tiempo”. Lo explica: “El auge de la climatización, fruto del aumento de la temperatura, unido a la falta de personal especializado hace que el sector tenga una especie de colapso”. Un colapso acrecentado por la falta de relevo generacional.
La reivindicación de la refrigeración
Para aprovechar el Día Mundial de la Refrigeración, estos agentes del sector han tenido la oportunidad de destacar la reivindicación primordial en un día como hoy.
Susana Rodríguez quiso “poner en valor el papel del sector, una industria fundamental para la sociedad, y el papel de sus profesionales”. Eso sí, sin olvidar a las asociaciones. “Solos no vamos a ningún sitio, pero juntos podemos conseguir los objetivos comunes”, concluye la presidenta de AEFYT.
Desde la distribución, en Pecomark reivindican “más información a todos los niveles, especialmente a los instaladores”. En este aspecto, añaden, “debemos potenciar y acercar a los jóvenes la importancia de un sector imprescindible para no perder calidad de vida”.
Por su parte, López Reinaldo urge “revisar las normas con respecto a otros países, unificar criterios y hacer nuestra reglamentación menos enrevesada y costosa”. Además, apuntilla: “Si estas normas no van a ser flexibilizadas, al menos que persigan a quienes no las cumplen“. Señala a la revisión “del anexo de centro de distribución“. Por poner un ejemplo.
