Cofrico ha analizado las principales ventajas e inconvenientes del uso del amoniaco (R-717) en la industria de la refrigeración, climatización industrial y aire acondicionado. Las repasamos a continuación.
En plena transición hacia los gases refrigerantes más sostenibles con el medio ambiente, acelerada por las nuevas normativas aprobadas en el seno de la Unión Europea, el amoniaco (NH3) se ha posicionado como una de las alternativas más eficientes respecto a los CFC (clorofluorocarburos) y los HCFC (hidroclorofluorocarburos), debido especialmente a su gran rendimiento energético y sus bajos costes operativos.
En la industria de la refrigeración, el amoniaco se encuentra sobre todo en las grandes plantas de congelación como amoniaco anhídrico (99 % de pureza), mientras que en el ámbito de la climatización industrial y el aire acondicionado, el R-717 se utiliza en instalaciones de grandes complejos como hospitales, hoteles o aeropuertos.
Además, durante los últimos años se ha incrementado especialmente su uso en plantas generadoras de energía, siempre con cargas de refrigeración limitadas debido a sus elevados requisitos de seguridad.
Desde Cofrico, compañía especializada en el diseño, proyección y ejecución de instalaciones de refrigeración, han analizado las principales ventajas e inconvenientes del amoniaco como gas refrigerante. Las repasamos a continuación:
Ventajas del amoniaco como gas refrigerante
- Eficiencia energética: El NH3 destaca especialmente por su eficiencia y por sus rendimientos termodinámicos en torno a un 3-10 % superiores a otros refrigerantes, por lo que, bajo las mismas premisas de capacidad frigorífica, su consumo energético es menor.
- Costes operativos reducidos: Las soluciones de frío industrial basadas en amoniaco costarán entre un 10 % y un 20 % respecto a los CFC. El precio del NH3 es menor que el de otros refrigerantes, y por tanto, se requiere una menor cantidad para la misma aplicación.
- Compatibilidad con bajas temperaturas: El amoniaco puede alcanzar refrigeración a temperaturas de hasta -50ºC, con la ayuda de sistemas de compresión de varias etapas.
- Sostenibilidad ambiental: Con un potencial de agotamiento del ozono y un potencial de calentamiento global (GWP) de 0, este refrigerante se convierte en una palanca más para seguir impulsando la sostenibilidad.
- Diseño flexible: Las presiones moderadas del amoniaco permiten utilizar materiales más ligeros en los equipos, lo que optimiza los costes de construcción.
- Seguridad: A pesar de la toxicidad del gas, los sistemas modernos son muy seguros y destacan por su control total y regulación de la presión en todo el sistema. De hecho, parte de una buena prevención se basa en válvulas de seguridad en recipientes y tuberías que van a evitar sobrepresiones, ya que se conducen al exterior de la instalación.
Inconvenientes del amoniaco como refrigerante
Por contra, los grandes inconvenientes de la utilización del amoniaco como refrigerante son los siguientes:
- Es incompatible con el cobre: Debido a su incompatibilidad con este material, el NH3 no puede utilizarse en soluciones con tubos de cobre.
- Toxicidad en altas concentraciones: En concentraciones altas el amoniaco es venenoso, pero este riesgo se minimiza por las máximas medidas de seguridad que se exigen. Además, es importante subrayar que el riesgo es menor si tenemos en cuenta el olor distintivo del amoniaco en concentraciones muy por debajo de las ya consideradas peligrosas.
“Los múltiples beneficios del amoniaco como refrigerante lo convierten en una opción muy destacada en la industria. Su eficiencia energética superior, costes operativos reducidos, capacidad para alcanzar bajas temperaturas, y su compromiso con la sostenibilidad ambiental hacen del NH₃ una solución rentable y respetuosa con el medio ambiente”, explican desde Cofrico.
“Aunque su toxicidad e incompatibilidad con el cobre suponen desafíos, éstos se pueden gestionar mediante sistemas modernos, medidas de seguridad y un mantenimiento adecuado”, concluyen desde la compañía.