Desde la asociación recuerdan que el uso del R-404A y el R-507 como refrigerantes vírgenes está completamente prohibido desde el pasado 1 de enero de 2025.
AEFYT ha alertado sobre un preocupante aumento en el mercado ilegal de gases refrigerantes como consecuencia de la reducción progresiva de la cuota de la F-Gas. Concretamente, la asociación ha detectado la comercialización de refrigerantes como el R-404A o el R-507, bajo la falsa denominación de R-449A o R-448A, lo que supone un grave riesgo tanto técnico como legal.
Desde la asociación recuerdan que el uso del R-404A y el R-507 como refrigerantes vírgenes está completamente prohibido desde el pasado 1 de enero de 2025. Sin embargo, reconocen que en el mercado se siguen vendiendo estos productos sin cumplir con las normativas vigentes bajo el nombre de R-449A o R-448A, y además a precios muy bajos.
Muchos de estos refrigerantes de origen desconocido incumplen las especificaciones de calidad necesarias, lo que puede generar ‘serios problemas en las instalaciones’, tales como fallos en los sistemas de refrigeración, disminución de la eficiencia energética o daños en los compresores.
Recomendaciones para evitar riesgos
A raíz de esta situación, desde AEFYT han publicado una serie de recomendaciones para evitar riesgos:
- Adquirir refrigerantes solo de proveedores de confianza: se recomienda comprar siempre a distribuidores autorizados y reconocidos en el sector.
- Sospechar de los precios demasiados bajos: los refrigerantes vendidos a precios significativamente inferiores al mercado pueden ser productos ilegales o adulterados.
- Verificar la documentación: es importante asegurarse de que los productos adquiridos cuenten con la certificación del distribuidor y del fabricante autorizado y etiquetado correcto, cumpliendo con las regulaciones vigentes.
Sanciones económicas y legales
Tal y como explican desde AEFYT, “el uso de refrigerantes ilegales puede acarrear sanciones económicas y legales graves“. A su juicio, el incumplimiento de la normativa F-Gas puede derivar en multas elevadas por parte de las autoridades medioambientales, responsabilidad legal por daños a equipos y perjuicios ambientales, posibles problemas de responsabilidad civil en caso de fallos en las instalaciones, e incautación del refrigerante ‘falso’ y cargo económico para su destrucción.
Por último y con el objetivo de garantizar la seguridad y el cumplimiento normativo, AEFYT recomienda “encarecidamente a los instaladores que adquieran sus refrigerantes de fuentes legítimas y confiables. Proteger el medio ambiente y la eficiencia de sus instalaciones depende de una correcta elección de productos y distribuidores“.