La Mesa redonda de sostenibilidad en el sector HVAC, organizada por C de Comunicación y patrocinada por Eurofred, se celebró el 26 de septiembre en el 18º piso de la Torre Emperador y contó con una decena de expertos de la cadena de valor que pusieron el foco en las normativas, los retos y las oportunidades que enfrentan las empresas en materia de sostenibilidad de cara a los próximos años.
El 18º piso de la Torre Emperador, el espacio Next Floor, en pleno Paseo de la Castellana de Madrid, acogió la celebración de la mesa redonda ‘La sostenibilidad como piedra angular en el futuro del sector HVAC’, organizada por C de Comunicación y patrocinada por Eurofred.
El evento reunió a diez expertos de toda la cadena de valor, desde asociaciones de la construcción y la instalación hasta prescriptores, distribuidores e ingenieros, para debatir sobre el impacto en el mercado de las medidas de descarbonización aprobadas por la Unión Europea, la gestión de los residuos derivados de los equipos y aparatos de climatización, las estrategias empresariales para reducir el consumo de energía y aumentar el ciclo de vida de los productos, o el futuro de los materiales de las instalaciones, entre otras cuestiones de interés.
Un intercambio de opiniones que se generó a partir de la publicación del II Barómetro de Sostenibilidad de Eurofred, de la que se desprendieron datos tales como que el 71 % de las empresas consideran estar preparadas para afrontar las regulaciones, pero el 81 % dice no conocer lo suficiente la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios. O que el 49 % de los encuestados percibe que las normas son poco claras y que, aunque la mayoría de las compañías no mide su huella de carbono, pero el 53 % está dispuesto a medirlo.
En el centro de todas estas paradojas, con Javier Espada, director de Climatización y Confort, como moderador, Jessica Ros, del Área de Calidad y Sostenibilidad en Grupo Eurofred; Ander Tuduri, director de Sostenibilidad de Grupo DAM; Agustín Peña, técnico comercial de ECOTIC Clima; Inmaculada Peiró, directora general de Agremia; Javier Ara, miembro del COIIM; José María Rodríguez Barquilla, director de proyectos B y B Ingenieros y Consultores; Juan López-Asiain, director del gabinete técnico del CGATE; Sebastián Molinero, secretario general de ANDIMAC; Susana Rodríguez, presidenta de AEFYT; y Toni Ruiz, coordinador territorial Caixa Bank Dualiza y divulgador, llevaron a cabo un profundo debate, con el foco en la sostenibilidad, para comprender la situación actual del sector, pero también cómo viene el futuro.
Y del intenso debate, se desprendieron una serie de conclusiones diversas, tanto de los grandes retos como del sinfín de oportunidades que tiene el sector de la climatización en un momento de transición, de cambio, hacia modelos más sostenibles.
Las diez conclusiones principales
- Los tres pilares de la sostenibilidad. Hablar de sostenibilidad es hablar de un espectro muy amplio, no solo lo medioambiental es sostenibilidad. Para que la sostenibilidad tenga éxito debe basarse en tres pilares: el aspecto económico (debe generar riqueza, poder monetizarse), ser ambientalmente viable (aquí entraría toda la parte de reciclaje, ecodiseño…) y ser socialmente aceptable. Lograr que todo ello confluya es complicado, pero esa es la dirección que debe tomar el sector.
- La presión normativa empuja las soluciones. Existe una capacidad de mejora por parte del sector. Se trata de una mejora un tanto ‘obligada’, precisamente, por esa presión normativa que va a primar a la hora de llevar a cabo soluciones más sostenibles. La nueva normativa va a tener un impacto tecnológico, pero también en el mercado. Deberá haber un cambio en el portfolio de los fabricantes hacia productos más eficientes energéticamente.
- Las asociaciones como escudo en un sector hiperregulado. Las pequeñas empresas instaladoras -la mayoría del tejido empresarial así lo es- deben conocer el RITE, el CTE, el reglamento de gases fluorados, las directivas de eficiencia energética… Es decir, un sinfín de normativas. En un sector como el de las instalaciones, con muchos autónomos y pequeñas empresas, las asociaciones tienen un papel fundamental para que el instalador conozca la legislación y esté al día.
- Apoyo del fabricante. Desde el convencimiento de que “la riqueza está en lo que nos une”, la formación al instalador debe llegar de la mano del fabricante, distribuidor, prescriptor, etc. El instalador se dedica a instalar aquellos equipos que el cliente demanda. Por ello, la formación, el saber contar bien la historia, debe partir de ese comercial del fabricante que va a explicar las bondades de sus equipos al instalador.
- El distribuidor como engranaje. Hay interés y compromiso con la sostenibilidad, así lo revelan varios de esos indicadores del Barómetro de Sostenibilidad de Eurofred. Pero aún falta lo más importante: pasar a la acción. Los distribuidores tienen un papel muy relevante llegados a este punto: ser el engranaje de este cambio. Porque si algo está claro es que las empresas no serán en diez años como lo son en la actualidad.
- El Certificado de Eficiencia Energética y el sistema de CAEs. El Certificado de Eficiencia Energética es una herramienta “súper necesaria” que ha conseguido meter en el conocimiento colectivo de la ciudadanía el saber que un edificio puede ser A, B o C, por ejemplo. Ahora, el sistema CAEs viene a recompensar esa eficiencia energética. Ya no es solo papel, sino recibir dinero en el bolsillo. Un punto ‘fuerte’ para atraer a ese usuario final.
- La dificultad de atraer al usuario final. Activar al usuario final para que ‘compre’ sostenibilidad es un tema muy complejo. Los fondos Next Generation y su mala gestión por parte de las administraciones autonómicas han terminado por generar desconfianza en el ciudadano en lo que respecta a cualquier ayuda pública. De hecho, en una consulta a la ciudadanía sobre si estaría dispuesta a invertir en mejorar su vivienda para ahorrar en la factura de la luz, el 80 % dijo que no. Un dato muy significativo.
- Bajar la normativa al terreno para tener una visión real. Ha habido un proceso de aceleración en Europa que ha provocado un desahogo normativo tras la pandemia. Esto viene provocado porque de 2010 a 2022, el viejo continente ha perdido un 151 % de poder competitivo respecto a Estados Unidos y China. Esa dependencia de terceros ha llevado a Europa a acelerar en las nuevas normativas, pero para que estas no fracasen debe conseguirse que el usuario final y toda la cadena del sector HVAC vea de manera positiva la sostenibilidad. Si no, será un grave problema.
- El mantenimiento como garante de una mayor vida útil. En muchas ocasiones, la gente se ha mentalizado del mantenimiento de los equipos, por lo que la vida útil de los materiales aumenta. Un mayor ciclo de vida es sinónimo de sostenibilidad. El problema es que, con los cambios normativos (nuevos gases, nuevos materiales….) las instalaciones dejan de ser válidas antes de ser amortizadas. Es positivo que los materiales sean longevos, pero debe garantizarse su amortización para que la evolución tenga sentido.
- La formación como solución a todos los males. El sector se encuentra en un momento de transición, a la hora de formar nuevo talento para que pueda sustituirse al que se jubila. La nueva ley de FP Dual es un paso en esta lucha: deja en manos de empresas y centros de formación la titulación de los nuevos profesionales. El nivel educativo va mejorando, a pesar de que aún existe mucho estigma alrededor de este tipo de oficios. Asimismo, se recupera la figura del aprendiz.
La información sobre las conclusiones se ampliará en el número 21 de la revista Cuadernos de Climatización y Confort.