Planes Vila formó parte de la fundación de Astral Construcciones Metálicas, junto a las familias Serra, Corbera y Garrigós, en 1969. Dicha empresa sería el primer eslabón de la actual Fluidra.
La familia de Fluidra está de luto. Joan Planes Vila, el que fuera presidente de honor y uno de los fundadores de la compañía, ha fallecido a los 83 años de edad. “Joan ha sido siempre un pilar clave en el desarrollo, no solo de Fluidra, sino de toda la industria”, destacaban desde la compañía, a través de un comunicado.
Planes Vila formó parte de la fundación de Astral Construcciones Metálicas, junto a las familias Serra, Corbera y Garrigós, en 1969. Esta empresa sería el primer eslabón de la actual Fluidra. “Su visión, su determinación y su humanidad sentaron las bases de Fluidra, que es también el reflejo de sus valores: el trabajo en equipo, la innovación y el compromiso”, recordaban quienes le conocieron.
El bienestar humano, un propósito indispensable para Joan Planes
Durante la década de los años 70 del siglo pasado, Astral comenzó su expansión, con la inauguración de las primeras instalaciones manufactureras, en Polinyà (Barcelona), así como las primeras filiales comerciales en Francia e Italia. Durante la década de los 90, prosigue con la internacionalización, con la ordenación de las empresas en holdings. En esos diez años, se continúan las aperturas en Dinamarca, Estados Unidos, Oriente Medio, Alemania, República Checa, y Turquía.
Ya en 2007, Fluidra sale a bolsa. Fue el 31 de octubre de ese año. A partir de ahí, se reinventa con la crisis, crea la aceleradora de startups del grupo y, entre nuevas delegaciones y adquisiciones, en 2015, Joan Planes es nombrado Presidente de Honor. Un reconocimiento que destaca “además de su huella en el ámbito económico y empresarial, su propósito de crear un ecosistema que priorice el bienestar humano”. Desde la compañía, van más allá: “Los valores que hoy nos mueven tienen su impronta”.
Su “inquietud y vocación de contribución” continuaron tras dejar la primera línea y, desde la Fundación Fluidra, trabajó sin descanso para materializar su compromiso con la sociedad asegurándose de que sus acciones “impactasen positivamente en el cuidado del planeta y en la vida de las personas, especialmente de aquellas que más lo necesitan”.
“Su partida deja un gran vacío, pero su legado, como empresario y, más importante, como ser humano, permanecerá para siempre”, le despiden sus familiares, amigos y allegados.