Así lo dice la Orden SND/385/2020 publicada ayer, domingo 3 de mayo, en el BOE, por la que se modifican determinadas actividades que, desde el 12 de abril, estaban suspendidas, al tratarse de obras de intervención en edificios existentes, en las que existe riesgo de contagio por el COVID-19 para personas no relacionadas con dicha actividad. Por su parte, Andimac estima que esta apertura puede representar en torno al 30 % del potencial del mercado que había antes del confinamiento.
El Ministerio de Sanidad acaba de dar luz verde a una nueva orden ministerial, por la que se permite que algunas de las obras de intervención en edificios que, desde mediados de abril, estaban suspendidas, puedan volver a la actividad. Aunque siempre que sea siguiendo las recomendaciones sanitarias y preventivas que requiere este contexto protagonizado por la pandemia provocada por el COVID-19.
La Orden SND/385/2020, que puede leer al completo en nuestra sección de ‘Descargables’, modifica la Orden SND/ 340/2020, de 12 de abril, por la que se suspenden determinadas actividades relacionadas con obras de intervención en edificios existentes en las que exista riesgo de contagio por el COVID-19 para personas no relacionadas con dicha actividad. En concreto, esta última orden ministerial modifica los apartados dos y cuatro de la anterior.
¿Cuáles son los cambios?
El nuevo texto, que entró en vigor ayer, domingo 3 de mayo, afirma (en su apartado dos actualizado) que podrán volver todas aquellas obras en edificios que “por el tipo de intervención, por las circunstancias de sectorización del inmueble o de delimitación de espacios y recorridos de circulación, no suponga interferencia alguna con las personas no relacionadas con la actividad de la obra”.
También quedan exceptuadas de la suspensión y, por tanto, podrían reactivarse hoy mismo, “aquellas obras que se realicen en locales, viviendas u otras zonas delimitadas del edificio no habitadas, o a las que no tengan acceso los residentes mientras duren las obras”. Eso sí, siempre que se cumplan todas las siguientes condiciones:
- Se limite la circulación de trabajadores y materiales por zonas comunes no sectorizadas, y se adopten todas las medidas oportunas para evitar, durante el desarrollo de la jornada, el contacto con los vecinos del inmueble.
- El acceso y salida de esos locales, viviendas o zonas se produzca al inicio y a la finalización de la jornada laboral.
- Los trabajadores adopten las medidas de prevención e higiene frente al COVID-19 indicadas por las autoridades sanitarias.
Asimisimo, y aquí es donde se ha hecho la modificación de la anterior orden ministerial para dar lugar a un nuevo artículo cuatro, en todos los casos mencionados anteriormente, “se permite el acceso a zonas no sectorizadas del edificio, para la realización de las operaciones puntuales de conexión con las redes de servicios del edificio que sean necesarias para acometer las obras”.
Un 30 % del mercado podría empezar a recuperarse
La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) se ha pronunciado de forma pública tras esta orden del Ministerio de Sanidad, dejando claro que “se trata de un primer paso en la buena dirección”. Pero, matiza, que es aún “muy restrictivo”, y estima que esta apertura puede representar en torno al 30 % del potencial del mercado que había antes del confinamiento.
Además, la patronal pide más transparencia e insta al Gobierno a aclarar las fechas de desescalada para el sector de la reforma y la rehabilitación, ya que recuerda, que en el plan de transición hacia la nueva normalidad anunciado por Pedro Sánchez, la semana pasada, no hay mención alguna a este sector. Unas fechas que -tal y como apunta- les permitirían “llevar a cabo una adecuada política de gestión de ERTE, una correcta planificación en torno a sus necesidades operativas y de liquidez, una óptima política comercial…”.
Por otro lado, y con respecto a la segunda orden publicada en el Boletín extraordinario de este domingo (SND/386/2020) sobre comercio minorista y prestación de servicios, Andimac señala que “no se ajusta a las necesidades de sectores comerciales clave, como las tiendas de cerámica, baños y cocinas, ya que por sus necesidades expositivas estas tiendas son significativamente más grandes”.
Además, de no ajustarse -continúa la asociación- a las necesidades de las tiendas especializadas que dicta el Código Técnico de la Edificación: ” El CTE regula, en su documento de seguridad, dos metros cuadrados por cliente como tope de aforo para comercio general, y cinco metros cuadrados para modelos como las tiendas de materiales. Por tanto, para el sector de la reforma y la rehabilitación los 400 metros deberían incrementarse hasta los 1.000, siempre que se cumplan el resto de los criterios y que, sobre todo, no haya más de un cliente por vendedor”.
“De esta forma, en una tienda media, de 800 metros cuadrados, puede haber uno o dos vendedores, lo que implicaría uno o dos clientes, a razón de unos 200 metros cuadrados por persona”, concluye.