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Los distribuidores temen la caída en ventas que pueda venir después de verano

Aunque los meses de mayo y junio han sido mejores de lo que pronosticaban las previsiones iniciales, las empresas mayoristas de climatización, calefacción y fontanería muestran su preocupación por el segundo semestre del año y el comienzo de 2021.

Los meses de mayo y junio han superado las primeras previsiones de los distribuidores de climatización, calefacción y fontanería. Aunque hace unos meses estaban preocupados por tener los almacenes repletos de equipos de aire acondicionado que, con el confinamiento y las restricciones de la actividad, no sabían si llegarían a vender, “estos dos meses han resultado ser mejores en facturación de lo previsto inicialmente”, nos cuenta Juan José Ayora, gerente del Grupo Avalco.

“Es posible que el repunte de ventas se deba principalmente a la ejecución de reformas u obras no realizadas durante el tiempo de confinamiento, aunque también ha contribuido la necesidad de realizar reparaciones o mejoras en las viviendas, tras estos meses de uso intensivo”, argumenta.

Un “buen” junio

El director general de Aúna Distribución, Josep Domingo, comenta que “lo que nos trasmiten nuestros socios, en general, es que junio ha sido un buen mes. En algunos casos, incluso, ha superado al del año pasado. Mayo ha estado entre un 10 % y un 20 % por debajo del mismo mes del 2019”.

Por su parte, la directora general de Tubos Domínguez, Marta Domínguez, nos dice que están trabajando “mucho”: “Nuestra percepción en Madrid es que el suministro para obra nueva residencial va a un buen ritmo, manteniendo la fuerte inercia de principios de año. Sin embargo, los pedidos de reposición y reforma están más rezagados, ni mucho menos al nivel anterior al COVID-19“.

“Los primeros días de julio siguen la tónica de junio y ahora el problema que se encuentran nuestros socios, en la categoría de aire acondicionado, es que los fabricantes no tienen stocks y, por tanto, se están perdiendo ventas“, añade Domingo.

¿Y tras el periodo estival?

Pese a estos meses, en los que parece que las empresas distribuidoras retoman el vuelo, Ayora tiene claro que “no conviene confiarse: todos los indicadores apuntan al inicio de una crisis económica de larga duración, cuyos efectos comenzarán a notarse después del verano“.

Una visión que también comparte Domínguez: “Hay preocupación para el segundo semestre de este año y principios de 2021, pues prevemos que la obra nueva va a verse contraída dada la caída de ventas de viviendas”.

Domínguez confiesa que “sigue existiendo una fuerte sensación de incertidumbre, pues estamos pendientes de una crisis sanitaria sin precedentes. Y ésta no es buena para nadie”.

“La gran incógnita -señala Domingo- es qué va a suceder en septiembre y octubre, cuando muchos de los ERTES se transformen en ERES, y los autónomos y pymes tengan agotados los préstamos ICO. En este momento la economía está sedada, veremos qué pasa cuando el efecto sedante desaparezca”.

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