Las sugerencias, publicadas ya en el BOE, se refieren a tres Circulares sobre el sistema gasista que la Comisión ha incluido en su planificación normativa para este año. El organismo deberá tenerlas en cuenta en su papel como regulador del mercado interior de gas.
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) ha remitido a la CNMC las nuevas orientaciones de política energética para el sistema gasista, publicadas en el BOE la pasada semana.
Tal y como señala el MITECO, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia “deberá tener en consideración dichas orientaciones a la hora de elaborar las preceptivas Circulares sobre los valores de inversión, operación y mantenimiento de instalaciones de transporte de gas natural y de plantas de gas natural licuado (GNL); para calcular las mermas que se produzcan en el transporte de gas natural; y para determinar los incentivos del gestor técnico del sistema gasista”.
Las orientaciones: ¿qué dicen?
En concreto, las orientaciones se refieren a tres Circulares sobre el sistema gasista que la Comisión ha incluido en su planificación normativa para este año:
- La futura Circular sobre los valores unitarios de inversión, operación y mantenimiento para instalaciones de transporte de gas natural y de plantas de gas natural licuado para el periodo 2021-2026: el Gobierno determina que “el cálculo de estos valores se realice bajo los principios de sostenibilidad económica y financiera, y según los costes reales incurridos por una empresa eficiente y bien gestionada”. De igual modo, “será necesario contemplar las diferentes posibilidades tecnológicas de las futuras instalaciones para adoptar la solución más coste-eficiente desde el punto de vista medioambiental”, añade.
- La Circular que establece la metodología de cálculo y liquidación de mermas en el sistema gasista: en este caso, el Ejecutivo indica a la CNMC que la nueva metodología debe incentivar la reducción de las mermas reales mediante el uso de la tecnología más eficiente y las mejores prácticas de operación. Además, se habrá de contemplar una reducción gradual de los coeficientes máximos de las mermas, las denominadas ‘mermas teóricas’. Con ello, se logrará fomentar la eficiencia. “Para calcular las mermas teóricas, será preciso seguir criterios objetivos y razonables, evitando así penalizar a unas empresas comercializadoras sobre otras según la tipología y patrones de consumo de sus clientes que, al ser muy diferentes entre sí, generan mermas reales dispares”, explica. También se aboga por que “el cálculo evite complejidad innecesaria y retrasos en la liquidación”.
- La futura Circular sobre incentivos del gestor técnico del sistema y la afección a su retribución: el gestor recibe una parte de su retribución (en torno a un 5 %) en base a una serie de incentivos que se calcularán en esta norma. Para su elaboración, el Gobierno estima necesario “maximizar la capacidad ofertada, coordinando de manera óptima las distintas instalaciones del sistema gasista; garantizar la continuidad y seguridad del suministro; y optimizar los mecanismos de acceso y contratación y los sistemas informáticos”. En este punto, se hace hincapié en el “desarrollo de herramientas formativas y de simulación que favorezcan la participación de nuevos comercializadoras en el sistema gasista, eliminando barreras técnicas que incrementen el nivel de competencia”.
Además, el Ejecutivo subraya la necesidad de detectar de forma temprana posibles actuaciones fraudulentas, disminuyendo con ello el riesgo económico para el sistema gasista. En este sentido, “son recomendables incentivos que fomenten las labores de supervisión por parte del gestor técnico del sistema”, afirma.
La CNMC, como regulador
En enero de 2019, el Consejo de Ministros, a propuesta MITECO, adecuó las competencias de la CNMC a la normativa comunitaria. El nuevo reparto competencial, fijado a través del Real Decreto-ley 1/2019, garantiza la independencia de la CNMC como regulador de los mercados interiores de gas y electricidad, y establece mecanismos de cooperación con el Gobierno que garantizan el buen funcionamiento del conjunto del sistema. Uno de ellos son las orientaciones de política energética, adoptadas por el MITECO previo informe a la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, y que la Comisión ha de tener en cuenta en su tarea como regulador.
Cabe mencionar que las orientaciones de política energética pueden abordar aspectos tales como la seguridad de suministro, la seguridad pública, la sostenibilidad económica y financiera de los sistemas gasista y eléctrico, la independencia del suministro, la calidad del aire, la lucha contra el cambio climático y respeto al medioambiente, la gestión óptima y el desarrollo de los recursos nacionales, la gestión de la demanda, la gestión de las elecciones tecnológicas futuras, la utilización racional de la energía.
