Cinco titulares que nos ha dejado el II Congreso Internacional CAI

El encuentro bienal, que este año tuvo lugar de forma virtual, puso sobre la mesa asuntos de gran relevancia para el sector como el camino que aún queda por recorrer en materia de divulgación, adaptación de las normativas vigentes y vigilancia de mercado.

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“La Calidad de Aire Interior (CAI) era muy importante antes, lo es ahora y debe seguir siéndolo más allá del COVID-19”. Con estas palabras se inauguraba el II Congreso Internacional CAI que tuvo lugar en formato online la semana pasada.

En concreto, el primero en pronunciarlas fue Paulino Pastor, presidente de FEDECAI, durante la presentación del encuentro. Pero éstas se convirtieron en una especie de lema a lo largo de las dos jornadas en las que se desarrolló el Congreso, ya que la mayoría de expertos las refrendaban durante sus intervenciones.

“La calidad del aire interior mecánica o los sistemas de filtración, purificación y sus tecnologías no existen desde marzo de 2020, sino desde hace mucho más tiempo”, ampliaba el presidente de AFEC, Luis Mena.

A la izqda., el periodista Gorka Zumeta que, como hizo en la pasada edición del Congreso, condujo el evento. De arriba a abajo: Luis Mena (AFEC), Rafael Vázquez (ATECYR) y Paulino Pastor (FEDECAI).

De hecho, se hacía un llamamiento para incluir la calidad ambiental interior en las políticas de rehabilitación energética del país: “Habría que proponer a las adminstraciones responsables de rehabilitar energéticamente los edificios que incluyesen también las instalaciones mecánicas de ventilación”, señalaba Rafael Vázquez, presidente de ATECYR.

Los cinco grandes titulares

• La calidad del aire interior reduce la probabilidad de contagio del COVID-19: durante las últimas semanas, la mayoría de los expertos están reconociendo los aerosoles como una vía de propagación del virus. “Esto tiene relación muy directa con la CAI, por lo que cuanto mejor sea la calidad ambiental de interiores, menor será la probabilidad de contagio por esta vía aérea. Y ese es el reto de nuestro sector”, explicaba Pastor. Eso sí, en este cometido, será muy importante la monitorización y control de la calidad del aire interior en cada momento y edificio: no existen soluciones únicas.

• La ventilación natural es una solución de emergencia: desde que apareciese el coronavirus en nuestras vidas y, por tanto, su posible propagación en espacios cerrados, la recomendación ha sido clara: “ventilar, ventilar y ventilar”. No obstante, la ventilación natural debe ser una medida de emergencia  para aquellos edificios que no poseen ventilación mecánica. En este sentido, Manuel Ruiz de Adana, responsable de CAI del Comité Técnico de Atecyr, expuso los tres niveles de medidas que pueden implantarse:

• 1. Medidas de ventilación: mecánica y natural (cuando no es posible la mecánica).
  2. Filtración del aire: en equipos de climatización ya existentes como son aparatos fijos o centralizados. Cabe mencionar que al segundo nivel solo se debe pasar si se ha agotado el primer nivel de medidas de ventilación y, por tanto, no ha sido suficiente. Lo mismo ocurriría para implementar el siguiente nivel de medidas.
  3. Instalación de equipos autónomos para reducir los aerosoles: en este nivel, Ruiz de Adana señaló que “hay un vacío legal, por lo que lo ideal sería que, como mínimo, estos equipos tengan un marcado CE y que demuestren su inocuidad para disolver los mencionados aerosoles.

• Más vigilancia de mercado: “Las administraciones deben reforzar esta vigilancia para que los productos que no reúnan las condiciones requeridas no se vendan”, avanzaba Mena, que abogó por una mayor vigilancia de mercado en cuanto a productos certificados, el cumplimiento de la normativa de las instalaciones y las inspecciones.

• Es necesario adaptar la normativa a las nuevas circunstancias: aunque hasta ahora contamos con normativas como el CTE o el RITE, los expertos coincidieron en señalar que deben adaptarse a la nueva situación que estamos viviendo para ofrecer más regulación y monitorización: “Falta mucha más regulación y protocolos de ensayo para purificadores y equipos que garanticen una buena CAI”, matizaba Vázquez. De hecho, durante el Congreso, Alfredo Garzón, jefe de servicio de la Subdirección De Eficiencia Energética y responsable de la modificación del RITE, reveló que desde el Ministerio están valorando tener en cuenta, para el nuevo RITE, otros aspectos relacionados con la calidad ambiental interior como el tratamiento de las chimeneas abiertas en edificios nuevos e instalaciones térmicas reformadas, así como los detectores de CO₂, la ventilación de edificios existentes y todo lo relativo al COVID-19.

• Formación y divulgación: es vital que la importancia de la CAI llegue a la sociedad. En cuanto a los profesionales, deben aprovecharse -se señaló- todos los webinars y formaciones al respecto que están surgiendo al tratarse de un tema de máxima actualidad, aunque lleve años abordándose en el mercado de la climatización. “Somos embajadores y la gente está muy perdida con eso de la calidad del aire interior”, agregaba Miguel Ángel Llopis, vicepresidente de ATECYR.

CAI: más allá del COVID-19 

Otras de las grandes novedades que nos dejó el II Congreso Internacional CAI, organizado por AFEC, ATECYR y FEDECAI, fue la inauguración oficial de la celebración del Día Mundial de Calidad de Aire Interior, que desde este 2020, será el último viernes de cada mes de noviembre.

Una época elegida, según especificó Pastor, porque “es época de frío, de inversiones térmicas y unas fechas en las que la calidad del aire exterior suele deteriorse”. De ahí que la calidad ambiental interior cobre aún más relevancia.

Paulino Pastor presentando de forma oficial esa iniciativa, a la que ya se han unido algunas entidades internacionales como son las mostradas en la imagen.

El presidente de FEDECAI también anunció que en los próximos meses lanzarán una web como canal de comunicación oficial de esta iniciativa.

Además, la celebración de este día supondrá, tal y como afirmaron sus promotores, “sentarnos cada año a reflexionar sobre la evolución de la calidad ambiental interior a nivel nacional e internacional”.

Tal y como se recordó en este encuentro, la lucha contra la COVID-19, también nos permitirá reducir otros patógenos que hay en los ambientes y minimizar las enfermedades provocadas por una mala calidad ambiental del aire interior.

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