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¡Cuidado con las calderas más antiguas, tuberías y estufas!

Por Tania Alvarez
El temporal Filomena ha dejado grandes heladas en nuestro país, que puedan ocasionar graves problemas en los edificios. Ante la posibilidad de que muchos profesionales no puedan aún desplazarse para solucionarlos, el CGATE lanza una docena de recomendaciones para prevenirlos.

Tras la nevada histórica que todavía está recorriendo España, la borrasca Filomena ha provocado una gran bajada de temperaturas en nuestro país. Esto hace que la nieve, convertida en hielo, pueda ocasionar graves problemas en los edificios.

Entre ellos, “la congelación de tuberías, el desplome de instraestructuras dañadas y dificultades de accesibilidad”, tal y como subraya el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE).

También es importante tener cuidado con antiguas calderas, estufas, braseros y grifos.

Filomena: 12 recomendaciones

El colectivo de aparejadores y arquitectos técnicos han presentado una docena de consejos, especialmente importantes ante la imposibilidad de que los profesionales puedan desplazarse a las instalaciones en las que se pueda producir alguna avería derivada del fuerte temporal.

  • Pese al frío hay que ventilar nuestros hogares. Las bajas temperaturas no pueden eximirnos de ventilar nuestros hogares, aunque sea de forma muy rápida. Las concentraciones de CO2 pueden ser nocivas para los habitantes de una vivienda a las cuatro horas en espacios pequeños y cerrados.
  • El aislamiento térmico es la mejor solución para evitar el frío en el interior de los hogares y dotarlos de eficiencia energética. Pero si nuestra vivienda no cuenta con él, ante la ola de frío polar, podemos colocar burletes en puertas y ventanas que evitarán que el aire y el frío se cuelen en el interior de las viviendas. Las alfombras y cortinas también nos protegerán de la desagradable sensación térmica que provocan las heladas.
  • Las calderas modernas disponen de termostatos que las protegen de posibles heladas, pero hay que tener cuidado de proteger las calderas más antiguas si las temperaturas son extremas. Si estas instalaciones están en terrazas o tendederos, necesitarán mayor protección.
  • ¡Ojo con estufas y braseros! Aunque son fuentes rápidas de calor, cada año suelen registrarse numerosos percances asociados a su mala combustión que generan gases tóxicos y al riesgo de incendios.
  • Se recomienda abrir los grifos cada poco tiempo para evitar la congelación de las tuberías. También es recomendable dejar un pequeño goteo que prevendrá la congelación del agua en el interior de las tuberías y cañerías.
  • Pero si los grifos dejan de funcionar de forma súbita, es posible que las tuberías ya se hayan congelado. Ante esta situación es fundamental no tratar de descongelarlas con agua caliente, ya que podrían reventar. “Es mucho más aconsejable y, siempre que las tuberías estén a la vista aplicar calor seco como el de un secador de pelo”, aconseja Alfredo Sanz, presidente del CGATE.
  • Atención a las llaves de paso. Los aparejadores y arquitectos técnicos recuerdan que, antes de que se produzca un problema, tengamos bien localizada la llave de paso por si hubiera escapes de agua tras la congelación o rotura de una tubería.
  • En el caso de que la tubería haya reventado, el primero de los consejos es cerrar la llave de paso, apagar los calentadores de agua y poner cubos o protecciones plásticas, si es posible, donde se haya producido la rotura.
  • En el caso de viviendas unifamiliares con sistemas de riego, hay que tomar la precaución de vaciar las conducciones de agua para evitar problemas de congelación. Para las tuberías que transcurren en el exterior del edificio o sistemas de riego por goteo, el CGATE recomienda que se protejan con un material específico para el aislamiento de tuberías. “Si no tenemos en nuestros hogares los materiales más adecuados, y ante la imposibilidad de acceder a puntos de venta, lo importante es que ‘abriguemos’ las tuberías con cualquier material a nuestro alcance. Con cinta aislante y papel de periódico podremos salir del paso”, asegura Sanz.
  • Otra de las recomendaciones es llenar envases o cubos con agua que nos pueda servir para las necesidades básicas en el caso de que una tubería se congele o los cortes de aguas se prolonguen.
  • El acceso a los edificios es otro de los grandes problemas que pueden originarse por las heladas. Para que una vivienda sea accesible no debe haber diferencia de nivel entre la acera de la calle y el interior del portal. Pero, con la llegada de las heladas, las rampas que solucionan los problemas de accesibilidad pueden convertirse en un auténtico peligro. Para prevenirlo, las comunidades de vecinos intenten despejar la nieve de los accesos al portal antes de que esta se hiele y se arroje sal para evitar la formación de hielo que puede provocar peligrosos resbalones.
  • En el interior de los portales o el acceso a ascensores y escaleras puede esparcirse serrín o colocar unos cartones para que el hielo derretido no provoque caídas.

Rehabilitar es la clave

Pese a estas recomendaciones en tiempos de Filomena, el principal consejo del CGATE es la rehabilitación de los hogares: “Como en el resto de circunstancias, para nuestros edificios también es más importante prevenir que curar“, opina Alfredo Sanz.

“Un correcto aislamiento térmico, la revisión y sustitución de instalaciones, el mantenimiento correcto del edificio y sus accesos, nos ayudarán a contar con edificios seguros y resistentes frente a cualquier contingencia”, añade.

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