La Parroquia ha emitido un comunicado en el que asegura que "en apenas unos minutos, seis personas del lugar percibieron un olor a gas en cuatro puntos distintos. Ninguno tuvo tiempo de intervenir, solo de seguir el rastro, sin manipular en ningún momento ninguna de las calderas".
Hoy se cumple una semana desde que un edificio del recinto parroquial de La Virgen de La Paloma, ubicado en la calle Toledo de Madrid, quedase parcialmente derruido tras una supuesta explosión de gas.
Sobre el terreno tovadía hay técnicos intentando dilucidar con exactitud las causas de lo ocurrido: “Ahora mismo estamos en pleno informe pericial“, apuntan a este medio fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Fue el pasado fin de semana, cuando se pudo pasar a la fase de demolición controlada de las plantas afectadas mediante robots, después de las revisiones y trabajos realizados conjuntamente por bomberos y técnicos del Área de Urbanismo de la construcción.
En concreto, y tal como han indicado fuentes del consistorio madrileño, “se ha picado y tocado en la zona exacta del torreón para que cayera hacia el interior del edificio”.
En paralelo, “la Policía Judicial – nos especifican esas mismas fuentes – ya ha podido tomar declaración a treinta personas“. Declaraciones oficiales que se ampliarán en los próximos días.
“No dio tiempo a manipular ninguna caldera”
Por su parte, la Parroquía Virgen de la Paloma ha hecho público un comunicado en el que explican que no hubo manipulación de ninguna caldera: “En apenas unos minutos, percibimos un olor a gas en cuatro puntos distintos: patio, planta cero, planta quinta y planta sexta. Ninguno tuvo tiempo de intervenir, solo de seguir el rastro, sin manipular en ningún momento ninguna de las calderas”.
“A la luz de las informaciones, testimonios internos y datos de los que hasta el momento disponemos- continúa detallando Gabriel Benedicto, que es quien firma el texto institucional -, todo lo ocurrido se produjo en un lapso tan breve que no nos dio tiempo ni siquiera a ser conscientes de lo que estaba pasando”.
Según las palabras del párroco, “fueron seis personas las que percibieron, en apenas unos minutos, el extraño olor a gas. Pero no dio tiempo a nada más que a advertir ese olor“. Por lo que la explosión, “a unos les pilló dentro y a otros fuera”, se lamenta.
Cabe mencionar que el trágido accidente, que causó la muerte de cuatro personas, está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 35 de Plaza Castilla (Madrid). La fuga de gas como origen de la explosión sigue siendo, hasta la fecha, la principal hipótesis.