Nuestro país, además de a través de puertos marítimos como los de la zona sur y el Levante, estaría recibiendo importaciones ilegales de estos gases por carretera. Así lo ha confirmado Héctor Santed, teniente del Seprona, en un encuentro virtual organizado por CONAIF y EFCTC.
“España se podría estar convirtiendo en la puerta de entrada de gas refrigerante ilegal a Europa“. Con estas palabras ha reafirmado Héctor Santed, teniente de la Unidad Central Operativa Medio Ambiental del Seprona (UCOMA), la necesidad que se tiene de vigilar más que nunca esta actividad para erradicarla.
Tanto por parte de la cadena de valor como por las administraciones y autoridades competentes.
Además de introducirse gas ilegal directamente desde China a través de los puertos de la región del sur y el Levante, “en España está entrando también gas procedente de Europa”, ha matizado el teniente en un debate digital organizado por CONAIF y el Comité Técnico Europeo de Fluorocarbonos (EFCTC, por sus siglas en inglés).
“La ruta es de China a Rusia, de Rusia a los países del Este que lindan con Rusia y de los países del Este al resto de países europeos. El gas no solo entra a través de nuestros puertos, sino que además lo traen por carretera para ser consumido en el país”, ha agregado Santed.
Comercio ilegal: cómo frenarlo
Durante el encuentro, bautizado con el nombre de “El comercio ilegal de gases refrigerantes. Situación actual y cómo erradicarlo”, se señalaron tres grandes actuaciones o medidas que podrían ayudar a frenar el tráfico ilegal de gases refrigerantes y, por tanto, contribuir a suprimirlo desde su raíz:
1. La concienciación en la cadena de valor
Es necesario aumentar la concienciación en todos los eslabones de la cadena de valor. “Esta es clave para promover que se denuncien actividades sospechosas de comercio ilegal”, ha explicado Javier de Orte, miembro de la Comisión de Frío de la Confederación Nacional de Asociaciones de Instaladores y Fluidos.
Asimismo,”el impacto de este mercado ilegal afecta a toda la cadena de valor, desde los fabricantes, a los que les resta recursos; pasando por los instaladores, porque sufren competencia desleal; hasta el usuario final, que debe preocuparse de que la instalación y el producto que utilizan sean de garantía, cosa que no está pasando en muchos casos”, ha señalado Diego García, director general de Kimikal.
2. La formación a las autoridades competentes
“Para frenar la actividad delictiva es imprescindible el incremento de la formación a las aduanas y a las autoridades que investigan casos de comercio ilegal”, ha agregado Murli Sukhwani, director general para EMEA FluoroChemicals de Chemours y presidente del área de Investigación y Datos del EFCTC.
“Se debe ofrecer la formación adecuada y las herramientas necesarias de trabajo y control a las aduanas – ha continuado detallando – y facilitar que se puedan compartir los datos sobre las cuotas legales disponibles“.
Los gases refrigerantes HFC importados ilegalmente podrían representar un tercio del mercado en Europa.
En este sentido, Santed ha afirmado que “sería muy útil que nos hicieran llegar toda la información posible sobre comportamientos sospechosos y recibir algún tipo de formación por parte de profesionales del sector, a fin de mejorar la eficacia en las investigaciones y ser más ágiles en nuestras actuaciones”.
3. Un mayor control y trazabilidad en las operaciones
Realizar un mayor control y vigilancia de los movimientos de los operadores a través de cualquier tipo de vía como las aduanas es otra de las iniciativas que podrían erradicar el mercado negro.
La trazabilidad de todas las operaciones constituye un pilar clave para detectar gases importados ilegalmente. Una práctica que ya están empezando a implantar en algunos países de Europa, tal y como ha contado Sukhwani: “En Alemania están tramitando un proyecto de ‘Ley química’, ya aprobado por la UE, que eleva el nivel de exigencia y que intenta trazar el origen de los refrigerantes ilegales en toda la cadena de valor”.
“Este caso de éxito en Europa es el camino a seguir para el resto de los Estados miembros”, ha concluido.
