La necesidad de una mayor representación de la mujer en el sector sigue siendo una realidad en 2021. Este medio ha podido hablar con diversas asociaciones y profesionales para conocer su opinión. Leónida Jiménez es fontanera y aboga por "romper el mito de que la construcción solamente es para chicos".
En los últimos años se comienzan a ver más rostros femeninos en el sector de la climatización, la calefacción, la refrigeración y la fontanería. Sin embargo, sigue estando protagonizado mayoritariamente por hombres.
Una realidad que diferentes asociaciones como Aefyt se han propuesto cambiar: “en el sector de la refrigeración las mujeres cada vez son más y ocupan puestos más diversificados. Desde cargos técnicos a administrativos, pasando por ingenierías y comerciales, la presencia de la mujer en nuestra industria es creciente”.
“Uno de nuestros objetivos – continúa explicando la entidad – es poner en valor su trabajo, contribuir a que cada vez haya más vocaciones femeninas y que su labor se realice en plena igualdad, eliminando estereotipos y brechas de género”.
No hay instaladoras, ¿por qué ellas no quieren?
Precisamente, y según CNI, es el poco interés de las mujeres por la profesión de la instalación lo que se refleja en los datos: “El principal motivo de que el de las instalaciones sea un sector eminentemente masculino es que ellas no quieren estar en él”, esclarecen.
“La profesión de instalador no resulta atractiva para las mujeres. Es un hecho y hay que aceptarlo. Son algunas las que empiezan los cursos de formación, pero muy pocas o ninguna las que terminan”, añade la Confederación Nacional de Instaladores y Mantenedores.
No obstante, en otro tipo de puestos no ocurre lo mismo, como es en diseño de instalaciones y administración, dirección general de una empresa instaladora, dirección técnica o incluso como profesora de ciclos de formación profesional.
Leónida Jiménez es fontanera y oficial de tercera y cuenta cómo se siente en el sector: “Tenemos que romper el mito de que la construcción solamente es para chicos”, afirma.
“Hay varias empresas instaladoras dirigidas por mujeres, lo que indica sus buenas dotes profesionales para este trabajo”, ejemplifican desde la entidad.
Llevan trabajando una media de más de 20 años en la empresa – siguen contando – y tienen la mayoría un perfil bajo en redes sociales y proyección pública. Asimismo, todas ellas curiosamente dirigen empresas familiares.
Empresas distribuidoras y fabricantes
El área de Climatización y Confort de ‘C de Comunicación’ también ha podido hablar con Esther Estévez, secretaria general de Amascal, que nos cuenta que entre sus socios, solo hay una empresa liderada por una mujer: Tubos Domínguez. Con su directora, Marta Domínguez, hablamos hace unos meses.
“El origen de casi todas estas empresas es familiar y nacieron en épocas en las que las mujeres ni siquiera tenían presencia en el mundo laboral de forma masiva y, menos aún, en un sector poco profesionalizado”, argumenta Estévez.
Pero, tal y como nos sigue explicando la experta, “esto ha cambiado y en breve lo podremos comprobar. Al menos en la distribución, están preparadas y tienen perfiles muy profesionales. Las asociaciones es una prueba de ello, cada vez somos más y no tenemos problemas para ejercer nuestras funciones”.
“La representación de las mujeres creo que es una cuestión de dar tiempo a que la generación de los millennials tenga un poco más de experiencia: ya hay muchos en diferentes puestos aprendiendo el negocio desde todos los puntos de vista posibles”.
Por su parte, la directora general de AFEC, Pilar Budí, también nos confiesa que “el número de mujeres es notablemente inferior al de los hombres en el sector de fabricantes. Donde más se ven, a nivel de empresas, es en los departamentos de marketing o en las propias asociaciones”.