La Policía Municipal ha solicitado el cese de su actividad, tras encontrar 73 botellas de HFC y varias herramientas destinadas a la instalación y reparación de estos productos. Se trata de una chatarrería clandestina en la que se encontraban cinco personas.
La Policía Municipal de Madrid ha localizado una chatarrería clandestina en el barrio de Usera, en la que había apiladas 73 botellas con gases fluorados (tetrafluoroetano, Isceon 22, pentafluoretano y otros), además de varias herramientas y motores destinados a la instalación y reparación de equipos de aire acondicionado.
Tal y como detallan fuentes del Cuerpo Local, “agentes de la Oficina de Atención al Ciudadano de la Unidad del Distrito de Usera procedieron a realizar una inspección de carácter administrativo a este almacén, que carecía de rótulo comercial”.
“Dentro, los agentes observaron que se estaba realizando almacenaje de piezas y herramientas, tanto nuevas como usadas, relacionadas con el arreglo e instalación de aparatos de aire acondicionado”, especifican.
La denuncia y más datos
En el momento de la inspección, en el interior del local, de 100 metros cuadrados, los agentes locales se encontraron en el interior a cinco personas: “Pudimos identificar a dos de ellas, pero las otras tres huyeron a la carrera, cruzando los dos sentidos de la calzada donde se ubica este almacén, sin precaución alguna, llegando a tener que frenar de manera brusca varios vehículos que circulaban por el punto”.
En consecuencia, los municipales han denunciado en materia de medioambiente al local (en concreto, a través de una acta-denuncia dirigida a la Comunidad de Madrid), “por si dicho establecimiento -argumentan- debiera encontrarse inscrito en el registro de gestores de residuos”. También se ha solicitado, a través de un informe, decretar el cese de la actividad de la mencionada chatarrería.
Hay que mencionar que el local no contaba con ninguna medida de seguridad ni equipos de extinción de incendios. Tenía un cuadro eléctrico sin tapa, al que le faltaban varios pulsadores automáticos cuyos huecos habían sido rellenados con papeles que estaban en contacto con el cableado eléctrico.
