Así lo ha decidido la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. El profesional del sector, que fallecía a los 51 años en 2017, trabajó durante casi 18 años como fontanero en el Ayuntamiento de Zaragoza, al que se le atribuye una "responsabilidad empresarial por falta de medidas de seguridad e higiene en el trabajo".
El Ayuntamiento de Zaragoza deberá pagar 171.000 euros a la familia de un fontanero que falleció en 2017, como consecuencia, de su exposición prolongada al amianto. Así lo confirma la sentencia que acaba de dictar la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) y a la que este medio ha tenido acceso.
En concreto, el profesional del sector, fontanero municipal del mencionado ayuntamiento durante casi 18 años, fallecía en 2017 (y con solo 51 años de edad), tras contraer un cáncer de pulmón que le llevó a finalizar su relación contractual con el consistorio aragonés.
Tras el suceso, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Zaragoza señalaba la “responsabilidad patrimonial” del Ayuntamiento en lo sucedido y la cuantía (que ahora ratifica el TSJA) a abonar a la familia del profesional, al considerar probada la “conexión causal” entre la enfermedad contraída por el fontanero y su exposición al amianto en las instalaciones del Ayuntamiento.
Es más, y así se señala en el primer fallo, los propios informes elaborados por técnicos y el del inspector de trabajo, ratificados en juicio, lo confirman. Se trataría por tanto, de “una responsabilidad empresarial por falta de medidas de seguridad e higiene en el trabajo”.
El Ayuntamiento de Zaragoza recurre la primera sentencia
El Ayuntamiento de Zaragoza, por su parte, interpuso un recurso de apelación por disconformidad con esa conexión y, por tanto, no estar de acuerdo en su responsabilidad empresarial. De hecho, han alegado “error en la valoración de la primera sentencia”. A lo que, ahora, el TSJA le recuerda que “consta en las actuaciones suficiente prueba para concluir como lo hace la juzgadora de primer grado”.
Asimismo, y aunque dese el consistorio se alegue que “adoptaron medidas de protección frente al mencionado mineral antes de que contrajera el cáncer el mencionado fontanero”, lo cierto es que este Tribunal explica que “cierto es que transcurrió un tiempo prolongado desde que el trabajador dejó de tener contacto con el amianto hasta el desarrollo de su enfermedad“.
Pero -se amplía en el reciente fallo- la pericial pone de relieve que el amianto es un potente carcinógeno, capaz de causar mesotelioma pleural incluso con mínimas exposiciones continuadas. Solamente una pequeña proporción de la población expuesta llega a desarrollar el tumor y generalmente tras un prolongado periodo de latencia, incluso hasta 70 años, y rara vez inferior a los 20 años”.
Hay que mencionar que, contra esta resolución, el Ayuntamiento de Zaragoza puede aún interponer un recurso de casación, que tendría que presentar en los próximos días.
