Según fuentes próximas a la CE, Bruselas podría proponer la próxima semana que el sector de los edificios se incorpore al mercado de emisiones de C02, entrando, por tanto, en juego -y así lo especifica la institución en su último borrador-, los consumos tanto de calefacción como de aire acondicionado de los diferentes Estados miembros.
La Comisión Europea (CE) propondrá que, a partir de 2026, el sector de los edificios se sume al mercado de emisiones de CO2, lo que supondría, por tanto, la incorporación de los consumos tanto para calefacción como para aire acondicionado de los Estados miembros. Así se podría leer en el último borrador que la institución europea está preparando para presentarlo de forma oficial, la próxima semana, en la Eurocámara.
En concreto, tal y como ha dado a conocer Reuters, “según fuentes familiarizadas con la propuesta, la UE está dispuesta a proponer una serie de requisitos para que los países miembros, entre los que está España, renueven sus edificios con peor rendimiento energético de aquí a finales de esta década”.
Además -amplía la agencia de noticias-, la mencionada propuesta “exigiría que todos los edificios en uso permanente que tengan la calificación energética más baja (‘G’) se renueven a un grado superior para el año 2030″.
Calefacción y aire acondicionado: ¿qué implicaría la propuesta?
Con esta iniciativa, la CE querría que, a partir del próximo lustro, paguen también derechos de emisión de dióxido de carbono la calefacción y el aire acondicionado, junto a otros sectores como son el de los coches y el del transporte marítimo.
Tal y como señalan fuentes de la CE a Cinco Días, Bruselas dice que la medida respecto a la climatización de los edificios “propiciará combustibles más limpios y se acortarán los periodos de recuperación de las inversiones en renovación de aparatos de calefacción y aire acondicionado. Además, también se reducirán los tiempos para el cambio de combustibles en calefacción y refrigeración de los edificios antiguos”.
Los edificios producen más de 1/3 de las emisiones de CO2 en la Unión Europea.
Hay que mencionar que la CE ya ha enviado una comunicación previa tanto al Parlamento como al Consejo europeos, en la que explicaría que “el sistema propuesto pondría la responsabilidad en los productores de combustibles, en lugar de exigir que los hogares individuales o los usuarios participen directamente. Además, se limitarían con un tope las emisiones de los edificios, para que las emisiones totales caigan”.
“Bruselas está convencida -continúan detallando al diario económico- de que el mercado de derechos de emisión ha demostrado en los últimos 16 años ser un mecanismo eficaz para reducir las emisiones y generar ingresos para apoyar la transición energética”.
Por eso, ésta podría haber optado por incluir nuevos sectores en lugar de abordar cambios regulatorios más estrictos en materia de energías renovables, eficiencia energética, fiscalidad y combustibles.
La propuesta, que aún podría sufrir modificaciones en los próximos días, ya que se sigue debatiendo, se espera que se presente en la Eurocámara la próxima semana. Para que entre en vigor, debe ser aprobada por el Parlamento europeo y los Estados miembros.
