Casi 500 licitaciones públicas han quedado desiertas en los últimos dos meses y medio por el desajuste entre las condiciones ofertadas y los costes del mercado. Este es uno de los datos de un estudio de la Confederación Nacional de la Construcción, que también ofrece cifras sobre la subida de materias primas como el cobre o el acero.
Un total de 484 licitaciones públicas, que superan los 230 millones de euros, han quedado desiertas en España entre noviembre y mediados de enero a consecuencia de la subida de los costes y la falta de actualización de los contratos por parte de las administraciones públicas. Se trata de una situación que puede poner en peligro la ejecución de buena parte de los fondos europeos y que, afecta al sector de la climatización.
Así se desprende del ‘Primer informe sobre obras desiertas en España‘ que presentó ayer la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). De las casi 500 licitaciones desiertas, un 7 % tienen un presupuesto superior al millón de euros y el proyecto de mayor cuantía, 37 millones, es la reforma del Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón). Esta situación supone, además, un retraso de meses, incluso años, en el desarrollo de las obras.
Entre las ofertas desiertas también hay algunas del sector de la climatización y de material eléctrico. La más importante, el proyecto de mejora de eficiencia energética y térmica en diversos colegios públicos de Extremadura, que ascendía a 8,3 millones de euros. Por comunidades, las regiones con más proyectos desiertos son Cataluña (con 200 licitaciones, que suman más de 50 millones), Galicia (96), Andalucía (46) y Comunidad Valenciana (32).
“Este desajuste entre las licitaciones y los costes de producción puede provocar que se paralicen la inmensa mayoría de los proyectos que se ejecuten con fondos europeos, cuya llegada es inminente”, advirtió durante la presentación Pedro Fernández, presidente de la CNC.
Aumento “desproporcionado” de los precios
La patronal de la construcción atribuye “este agujero” a unos precios “desfasados, muy por debajo de la realidad del mercado, que no recogen el alza del coste de las materias primas”, lo que está provocando que el 39,5 % de las empresas se hayan visto obligadas a cancelar o paralizar obras y que el 95 % de las mismas haya sufrido sobrecostes.
La CNC señala que, de media, los materiales de construcción se han encarecido un 22,2 %. Destaca el incremento del cobre, cuyo precio aumentó entre junio de 2020 y junio de 2021 un 44,29 %, según datos del Ministerio de Hacienda. A ello hay que añadir una subida adicional del 63 % a partir de verano, según cifras de la CNC.
Por su parte, los materiales siderúrgicos subieron un 36,97 % en las citadas fechas. En este sentido, y solo en la segunda mitad del pasado año, el acero se encareció un 55 % y el hierro un 51 %. El incremento del 125 % en el precio de la madera y la subida del 72 % de la energía entre junio de 2020 y diciembre de 2021 completan la ‘tormenta perfecta’.
La CNC considera, basándose en informaciones de economistas e instituciones, que la situación no se empezará a estabilizar, “como mínimo, hasta mediados o finales de este año“.
¿Qué propone la CNC?
Ante este panorama, la Confederación Nacional de la Construcción “reitera la urgencia de establecer un sistema automático de reequilibrio de precios que permita hacer frente a ese sobrecoste y, por tanto, tenga en cuenta las alteraciones posteriores a la presentación de ofertas, tanto al alza como a la baja, buscando dotar de estabilidad a los contratos”.
“En paralelo -continúan fuentes de la organización-, la CNC pide introducir en los pliegos los precios de mercado, tal y como exige la Ley de Contratos del Sector Público, actualizando los que aparecen en proyectos anteriores a 2020, ya que son antiguos y no recogen los precios actuales”, concluyen fuentes de la patronal de la construcción.
