Este es uno de los proyectos que desde Madrid Subterra quieren poner en marcha en la Comunidad de Madrid. "Hemos analizado el caudal y la temperatura del aire de los pozos de extracción de los túneles de esta estación, con el fin de reciclar esa aerotermia mediante bombas de calor para abastecer de calefacción y ACS a edificios del entorno", explica a este medio su gerente, Armando Uriarte.
El calor residual generado en la red de Metro, en concreto, en la estación madrileña de Sol, podría ser una importante fuente de calefacción y ACS para los edificios de alrededor. Así de claro lo tienen desde Madrid Subterra, una asociación sin ánimo de lucro que busca impulsar proyectos de transición verde en espacios históricos de la Comunidad de Madrid.
Tal y como explica en exclusiva a este medio el gerente de Madrid Subterra, Armando Uriarte, “hasta ahora, lo que hemos hecho es analizar el caudal y la temperatura del aire de los pozos de extracción de los túneles de esta estación, con el fin de reciclar esa aerotermia mediante bombas de calor para abastecer de calefacción y ACS a edificios próximos”.
En concreto, la entidad ha llevado a cabo una simulación inicial y unos cálculos que le llevan a afirmar que esta energía se podría abastecer de calor y agua caliente al la Real Casa de Correos o, lo que es lo mismo, el edificio completo en el que se encuentra la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Madrid Subterra: en qué consiste el proyecto
“En un escenario ideal -detallan-, el calor del aire en el Metro de Sol podría abastecer de calefacción de media a 6.915 viviendas al año y de ACS a 2.920 personas al mes en centros públicos. En el escenario más pesimista, que incluye las pérdidas por el transporte de la energía, aún se alcanzaría a proveer de calefacción a 2.065 viviendas y de agua caliente sanitaria a 2.396 personas en centros públicos”.
Asimismo, “debemos tener en cuenta que el cálculo de personas a las que se podría abastecer de ACS se hace para centros públicos, donde el ACS por normativa anti legionela debe estar más caliente (aprox. 60ºC) que en domicilios (aprox. 45ºC), lo que disminuye la producción posible y, en consecuencia, el número de personas a las que alcanza”, subrayan.
El proyecto del Metro de Sol, ahora mismo -confiesa Uriarte-, “se trata de una idea que estamos intentando vender a la Comunidad madrileña” (para su licitación y, por tanto, su traslado a los planos correspondientes): “Lo primero sería hacer algo más detallado y, para ello, necesitaríamos contar con planos reales del edificio para ver si realmente los datos que tenemos se ajustan o no a la realidad”.
“Si se cumpliera el marco más optimista de estas posibilidades (calefacción a casi 7.000 viviendas y ACS a casi 3.000 personas), además de generar ahorros económicos en los costes de operación -argumentan desde la asociación- conllevaría una disminución de emisiones de 21.000 toneladas de CO2 al año, lo equivalente a lo que contaminan en 50 días de trabajo a un turno de 8 horas el conjunto de los 15.723 taxis de la ciudad de Madrid.
¿Qué es Madrid Subterra?
Tal y como nos cuenta Uriarte, Madrid Subterra nace en 2014 y “desde entonces, estamos promoviendo proyectos de aprovechamiento energético de infraestructuras subterráneas como puede ser el calor del metro, el calor de las aguas del alcantarillado o el agua de red. Incluso se puede aprovechar la energía geotérmica de estas infraestructuras subterráneas”.
Desde Madrid Subterra, y en colaboración con la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), estamos investigando el potencial de todas estas ideas y proyectos para llevarlos a la práctica, en este caso, en la Comunidad de Madrid.
Imagen del logotipo de la entidad que ya tiene siete años de andadura.
“Durante estos primeros años de andadura, estamos teniendo una buena acogida”, indica el gerente de Madrid Subterra, que ya ha conseguido la licitación de otros proyectos en la capital de España: uno es a través del aprovechamiento energético de la ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid y otro en la salida de la ciudad, donde se van a soterrar 4 kilómetros de la A-5.
Pese a ello, Armando Uriarte reconoce que también se han encontrado barreres y, por tanto, limitaciones para el desarrollo de sus proyectos: “Una es que no se conoce mucho todo este tema térmico (aunque ahora parece que esto está empezando a cambiar) y otro es que esta tecnología como tal no figura en ninguna normativa o código técnico”.
“Esto último hace que cuando una empresa va a abordar un proyecto, no tenga en cuenta este aprovechamiento energético subterráneo para su desarrollo”, lamenta. No obstante -aclara-, ahora lo estamos haciendo con proyectos singulares, pero más adelante acabará reclamándose una regulación para que no pueda utilizar cualquiera el calor o el ACS de estas infraestructuras”.
Hay que mencionar que el pasado viernes, 18 de febrero, Madrid Subterra y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) firmaron un convenio para la creación de la Cátedra Extraordinaria UCM-Madrid Subterra, cuyo objeto es ampliar los proyectos que ya se están haciendo en torno a las energías renovables de las infraestructuras del subsuelo.
