La 'lluvia de barro' está tiñendo de un polvo en suspensión anaranjado muchas zonas de España como Murcia, Valencia, Alicante, Almería o Madrid. Sin embargo, ¿puede suponer ésta algún problema de funcionamiento en los equipos de climatización que se han despertado estos días cubiertos del polvo sahariano?
La borrasca Celia ha llegado a nuestro país, acompañada de una ‘lluvia de barro’ que ha teñido de un polvo anaranjado coches, mobiliario urbano, ventanas, persianas y también numerosos equipos de climatización. En concreto, sus unidades exteriores.
Aunque, durante esta semana, está previsto que este fenómeno meteorológico siga avanzando del suroeste al interior peninsular, ya hay varias zonas que han amanecido con este paisaje poco habitual que, tal y como han comentado los expertos, “no se producía con esta intensidad desde hacía décadas“.
“En Almería no ha llovido -explica a este medio Mila González, gerente de la Asociación de Instaladores de Almería (Asinal), pero hay mucho polvo en suspensión y la visibilidad es reducida. Especialmente si no estás a una distancia corta”.
Lo mismo ocurre en otras zonas geográficas donde este fenómeno se ha dejado caer, como son Murcia, Alicante o Madrid.
En Madrid, esta mañana, todo se podía ver con un solo filtro: de color anaranjado y cubierto de barro. Fuente: Telemadrid.
‘Lluvia de barro’: ¿podría afectar a los equipos de climatización?
Esta ‘lluvia de barro’ también está cubriendo de polvo a muchas unidades exteriores de equipos de climatización de edificios de todo tipo (comercios, instalaciones públicas y edificios residenciales). Sin embargo, ¿podría suponer éste algún problema a corto o largo plazo en su correcto funcionamiento?
“Es muy difícil que el polvo entre en el interior de las unidades exteriores de estos equipos, siempre que estén debidamente cerrados”, señala a este medio Miguel Estévez, gerente de Euroclean.
“No obstante -matiza-, está claro que las baterías se quedarán cubiertas de polvo. Algo que, dependiendo de su espesor o grado de dureza podría irse fácilmente o, por el contrario, podrían quedarse restos. En este último caso, sí que podría acabar repercutiendo en los equipos, que necesitarían un mantenimiento adecuado“.
Por su parte, María del Mar Pulido, adjunta a gerencia de Rami Frío y vicepresidenta de Asinal, nos comenta que “para el correcto funcionamiento de los condesadores, es necesario realizar, al menos, dos limpiezas al año. Pero, ahora, al haberse depositado sobre ellos este barro, más la humedad características de nuestra zona, si no se realiza una limpieza extra, podríamos dar pie a una avería del equipo“.
Imagen de esta mañana en el centro de Almería. Fuente: La Voz de Almería.
Pulido se refiere, sobre todo, a los equipos que se mantienen más habitualmente a través de empresas dedicadas a ello en los ámbitos comercial e industrial. Sin embargo, a nivel doméstico, “es difícil que el usuario llame voluntariamente a un instalador para que le revise la unidad exterior del equipo en cuestión, bien por omisión o bien por desconocimiento”, agregan desde la entidad almeriense de instaladores.
Asimismo, fuentes de Agremia también coinciden en puntualizar que, de momento, “sin conocer exactamente la cantidad de polvo que se deposita en los equipos, como consecuencia de esta ‘lluvia de polvo’, es complicado decir qué puede ocurrir”.
“Eso sí, aconsejamos que se observen los equipos y, si se ve que tienen un menor rendimiento, se avise a un servicio técnico autorizado para su revisión”, concluyen.