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Termocalor despide a una trabajadora, tras su condena de 20.000 euros por acoso laboral

La empresa de instalación afincada en Vigo sostiene que es un "despido con causas disciplinarias". Sin embargo, la afectada reconoce haber sufrido "más de un década de acoso laboral, tras convertirse en madre". Motivo por el que ya, en 2018, el Tribunal Supremo condenó a Termocalor a pagarle 20.000 euros.

Patricia Estévez lleva más de una década denunciando el “acoso laboral y machista” que sufre en la empresa gallega Termocalor, dedicada a la instalación de climatización, calefacción y fontanería.

Una compañía del sector que el pasado mes de marzo decidía despedirla -según fuentes de la empresa- “por motivos disciplinarios”; y después de haber sido condenada en 2018 por el Tribunal Supremo (TS) a indemnizar a su trabajadora con 20.000 euros por una “conducta mantenida a lo largo del tiempo con ella, que es constitutiva de acoso moral o mobbing“.

Según la afectada, todo esto habría comenzado en 2008, cuando decidió convertirse en madre de su primer hijo.

Estévez pide ahora que se declare nulo un despido, que ha llegado justo cuando terminaba su reducción de jornada por maternidad, al cumplir 12 años el segundo de sus hijos.

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Aunque la semana pasada tuvo lugar un acto de conciliación entre la empresa y la ex trabajadora, la primera no quiso llegar a ningún acuerdo, por lo que -tal y como han explicado en un comunicado fuentes de la Confederación Intersindical Galega (CIG)- irán a juicio.

En este sentido, Ester Marino, secretaria de las Mujeres de la CIG de Vigo, ha lamentado que Termocalor “no desista en su actitud, tras tantos años de violencia psicológica contra ella, aislamiento, minusvaloración, burla y un largo etcétera; y después de las sanciones impuestas por la Inspección de Trabajo contra la empresa por acosarla, reconociendo que la única motivación de este hostigamiento es su maternidad”.

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Imagen de la parte de almacén de Termocalor (Vigo).

De hecho, desde la entidad alegan que “una vez finalizada la reducción de jornada de Patricia Estévez, la empresa optó por rescindirle el contrato por supuestas causas disciplinarias. Pero, la realidad es que esto ha sido una represalia, constituyendo una clara vulneración de sus derechos fundamentales”.

Los hechos condenados

Patricia Estévez trabajaba en el departamento de administración de Termocalor, realizando facturas para los clientes de la empresa instaladora, tal y como se detalla en la sentencia del TS a la que ha tenido acceso este medio. 

Sin embargo, al volver de su baja maternal, le habían dado su puesto a otra compañera mientras que a ella la relegaban a una oficina con una mesa y una silla, en un pasillo que anteriormente era un almacén, dedicándose exclusivamente a labores auxiliares y apoyo a los otros departamentos de la compañía.

Cuando tuvo a su segundo hijo, de nuevo, perdió sus funciones en la empresa y, a la vuelta de su baja maternal, fue reubicada en una sala que antes también había sido almacén, en la que -tal y como ella misma explica y el Tribunal considera probado- “se llevaron a cabo obras mientras ella estaba dentro”.

En concreto, Estévez fue trasladada “a un departamento técnico, en compañía de un arquitecto y un arquitecto técnico, y bajo el control constante del gerente, quien no le permitía salir de esa zona o entablar contacto con compañeros de otros departamentos“.

Hay que mencionar que este medio se ha puesto en contacto con Termocalor para conocer su punto de vista sobre lo ocurrido. No obstante, han preferido no hacer ningúna declaración al respecto.

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