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La reforma puede tener un impacto de entre el 5 y el 10 % en el precio de los aparatos de climatización.
La reforma puede tener un impacto de entre el 5 y el 10 % en el precio de los aparatos de climatización.

El Gobierno ‘cuela’ en la Ley de Transparencia la reforma del impuesto de gases fluorados

El Ejecutivo ha aprovechado la tramitación de la Ley de Transparencia para introducir entre las enmiendas el proyecto de ley de reforma del impuesto de gases fluorados, que supone un nuevo tributo para los aparatos de refrigeración y aire acondicionado.

El Gobierno ha aprovechado la tramitación de la Ley de Transparencia para “colar” entre las enmiendas el proyecto de ley de reforma del impuesto de gases fluorados, que supone un nuevo tributo para los aparatos de refrigeración y aire acondicionado. Así lo han denunciado asociaciones como AEFYT, que han advertido que esta medida puede tener un impacto de entre el 5 y el 10 % en el precio de los equipos

El 13 de diciembre de 2021 salió a consulta pública el anteproyecto de Ley del Impuesto de gases fluorados, en vigor desde 2014. Esta normativa penaliza la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero como refrigerantes, gravando la recarga de gas para reposición de fugas. Con la nueva propuesta, el impuesto pasaría a gravar toda la entrada de gases fluorados en España

Impacto en el precio de los equipos 

En la práctica, esto supone que el nuevo impuesto se aplicaría a la fabricación e importación de nuevos equipos y sistemas de refrigeración, aire acondicionado, bombas de calor y electrodomésticos, que hasta ahora se encontraban exentos. 

Esta nueva propuesta tendría un impacto sobre los precios de los equipos y nuevas instalaciones de entre un 5 y 10 %, según el sistema de refrigeración o aire acondicionado considerado, lo que ha generado un “gran revuelo” en los sectores afectados.

De hecho, hasta una veintena de asociaciones empresariales, entre las que se encuentran AFEC, AEFYT, CNI, AMASCAL o CONAIF, ya presentaron diversas alegaciones al anteproyecto porque la propuesta “repercutiría en diferentes sectores de la economía, pero también en los hogares o el pequeño comercio”, explican. 

Las asociaciones hacen hincapié en que, tal y como recoge el “Libro blanco para la reforma fiscal en España“, el impuesto de gases fluorados “no cumple en su diseño con la finalidad propia, ya que los gases por los que se tributa son insustituibles desde el punto de vista tecnológico, y por lo tanto, suponen directamente un impuesto a la actividad del sector“. 

Situación de la proposición de ley 

Con la introducción del nuevo impuesto como una enmienda a la Ley de Transparencia, el Gobierno pretende aprobarlo de urgencia para que entre en vigor el próximo mes de septiembre, eludiendo así los trámites que tendría el impuesto si se continuara el proyecto de ley, como el debate parlamentario de sus diferentes artículos o apartados. 

La propuesta de ley ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados con los votos a favor del PSOE, Podemos, Esquerra y PNV, y actualmente está pendiente de su tramitación en el Senado

Desde AEFYT, señalan que el nuevo impuesto “no tiene nada” que ver con la Ley de Transparencia y que además en la exposición de motivos no se hace alusión a su verdadera modificación. Además, indican que “esta práctica de retocar leyes a través de enmiendas a otras leyes con las que no guardan relación ha sido habitual en el Parlamento y en el Senado desde hace años”. 

Regulación de los gases fluorados 

Cabe destacar que la comercialización de gases fluorados se encuentra regulada por el reglamento europeo 517/2014, conocido como F-gas. En el mes de abril, la Comisión Europea publicó su propuesta de revisión del reglamento, en la que se contemplaban dos nuevas prohibiciones a equipos de aire acondicionado y bombas de calor. 

En concreto, con estas modificaciones, los split de aire acondicionado y de bombas de calor de hasta 12kW no podrán usar GFEI con PCA ≥ 150 a partir del 1 de enero de 2027, excepto si fuera necesario para cumplir estándares de seguridad.

Estas propuestas de modificación también afectan a la disminución gradual de GFEI puestos en el mercado y a la formación y certificación, pues los programas deben adaptarse para incluir tecnologías que puedan implicar el uso de sustancias tóxicas o inflamables”. 

“Al margen del reglamento F-Gas, no existe en la Unión Europea ninguna otra norma o impuesto armonizado sobre estos gases y solo Dinamarca dispone de un impuesto similar al de España” explican desde AEFYT, “por lo que el nuevo impuesto en España sería el más gravoso de la Unión Europea en cuanto a su más amplia aplicación a todos los sectores”, finalizan. 

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