A día de hoy, los alumnos que estudian Formación Profesional no tienen ninguna dificultad para encontrar trabajo en la mayoría de sectores productivos y de servicios, sobre todo los que la cursan en modalidad Dual, que rozan el 95 % de tasa de inserción laboral. Con casi un millón de alumnos cursando ciclos de grado medio y superior en el curso 2022 / 2023, este tipo de formación es la que está experimentando un mayor crecimiento en nuestro país.
Durante la última década, el número de matrículas se ha incrementado en un 68 %. Se trata de una buena noticia que tiene que ver con el esfuerzo conjunto de las administraciones, empresas, agentes sociales y otros organismos, que poco a poco han conseguido que se fuera sacudiendo el estigma de mediocridad que persiguió a la FP.
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer y es necesario sacudir el polvo de diversas entidades que todavía viven con el mantra “del escaso valor que otorgaron durante décadas a la FP”. En muchos casos, intencionadamente, por su interés económico y clasista. A estas entidades se les tiene que quitar la máscara por el bien de los jóvenes, empresas y sociedad en general.
Aunque se va superando poco a poco, todavía hay encuestas que apuntan que más de la mitad de los padres españoles siguen considerando este tipo de estudios como de ‘segunda categoría’, ya sea por desconocimiento, falta de orientación o tradición sesgada en las familias.
Fracaso del sistema educativo
Ningún país del mundo se puede permitir el desequilibrio de tener parados y no encontrar profesionales para cubrir los puestos de trabajo de los oficios más tradicionales. Este hecho, que se produce en España, es sencillamente vergonzoso.
Las dificultades para encontrar profesionales se extienden a todas las empresas instaladoras, independientemente de su tamaño, especialidad o zona geográfica. Además, es un denominador común que comparten con el resto de la cadena de valor del sector, lo que refleja el fracaso del sistema educativo en España.
Cómo se ha llegado a esta situación y lo que es más preocupante, cómo se va a poder solucionar, es digno de estudio y, requiere mucha implicación desde ya, por parte de todos. Es necesario denunciarlo, exponerlo y aportar datos a la sociedad porque la tremenda situación que vivimos no va a cambiar de la noche a la mañana.
En España tenemos un “mix” de causas al respecto sobre la falta de técnicos con estudios intermedios (FP) derivados de una problemática social, laboral y económica enquistada, que hace sonrojar a cualquiera de fuera de nuestras fronteras.
El futuro se antoja complicado. No será fácil enfocar los próximos años sin las personas acreditadas y formadas para atender las necesidades de la sociedad actual y las de mañana, que aún se desconocen, por lo que aún queda mucho trabajo y mucho camino por recorrer.
Mucho camino por recorrer
El constante cambio en el que vivimos actualmente se multiplica en nuestro sector por el efecto de la transición energética.
Es necesario tomar medidas urgentes y generalizadas, ya que nadie individualmente va a solucionar este pastel que se ha quemado por:
- La falta de visión y previsión
- Un excesivo celo político
- Modelos elitistas que aplaudían la ‘titulitis’ sin más, llenando bolsillos a muchos.
- Leyes de educación que cambian cada 8 años, dejando a las empresas de este país en una situación precaria, como ahora se está viendo.
Ahora, el Plan Estratégico de Impulso a la Formación Profesional del Gobierno pretende reforzar la formación para así aumentar la mano de obra cualificada. Larga vida a esta reforma, que nada ni nadie la pare, en todo caso que la mejoren y aceleren, pues llega tarde y era para ayer.
¡Enhorabuena! Un gran reportaje. Es imposible describir mejor la situación. Aunque como bien dices, queda mucho camino por recorrer, el primer paso, que es el que inicia el cambio, ya está dado.