En el dinámico y competitivo mundo de la distribución, el papel del almacén distribuidor no deja de evolucionar de forma significativa. Las nuevas necesidades y exigencias del cliente, por un lado, y el nivel de la competencia por otro, hacen inevitable un continuo proceso de reflexión y transformación.
La posición del distribuidor que se limita a almacenar y vender productos de diferentes fabricantes y marcas sin aportar excesivo conocimiento, interpretación o soporte languidece, pues la competencia en precio se limita a un grupo muy reducido, con enfoque, tamaño y estructura adecuada para ser rentables.
Además, en la carrera por la excelencia logística y de las operaciones, las grandes cadenas con implantación nacional siempre tendrán una gran ventaja geográfica, de capacidad de inversión y amortización de recursos.
La transformación del rol del distribuidor
Para muchos distribuidores, el camino es seguir evolucionando como verdaderos expertos integradores de soluciones, desempeñando un rol crucial en la cadena de suministro.
Esta transformación no solo les permitirá agregar valor a sus clientes, sino que también fortalecerá su posición en el mercado, convirtiéndose en partners ideales para sus fabricantes de referencia.
De esta manera, su capacidad de ofrecer a los instaladores profesionales una solución específica e integrada será la que les otorgará una fuerte posición competitiva.
Pero para conseguirlo, será necesario acumular experiencia y capacidad de asesoramiento, además de coordinar y combinar una amplia gama de tecnologías, marcas y productos que ofrezcan una solución integral adaptada a las necesidades específicas de cada caso.
Asesoramiento especializado al instalador
Todo ello implica, no solo conocer las especificaciones técnicas de los productos, sino también entender cómo las distintas tecnologías pueden integrarse de manera efectiva para proporcionar soluciones completas que alcanzan el equilibrio entre eficiencia, calidad, confort y coste.
Conocer en profundidad una amplia gama de productos y marcas complementarias, proporcionar un asesoramiento individualizado y orientado a encontrar la mejor solución para cada instalación, ofrecer la formación y capacitación necesaria para que el instalador obtenga el máximo provecho de cada tecnología y sobre todo, aportar una visión global que permita combinar distintas tecnologías y métodos para buscar la mejor solución integrada, son algunos de los elementos clave que determinan el perfil del almacén integrador de soluciones.
Una robusta atención postventa y una permanente actualización y conocimiento de las últimas tendencias y opciones innovadoras son otros dos elementos esenciales.
Los distribuidores que adopten este enfoque de manera proactiva estarán mejor posicionados para satisfacer las necesidades cambiantes de sus clientes, y con ello consolidar una posición solvente de presente y futuro, pero para ello tendrán invertir en tecnología, formación y personas.
Por el contrario, aquellos que se queden anclados en una posición más tradicional sufrirán ante los constantes desafíos que pueden comprometer su competitividad y viabilidad a largo plazo.
No es fácil. Nadie dijo que tuviera que serlo.
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