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La refrigeración nunca puede fallar

Por Félix Sanz

Tras treinta años trabajando en el frío, cuando ya decía que mi vida había sido un deambular permanente con los cambios de refrigerantes, cuando ya había asumido la electronificación, la digitalización y hasta la inteligencia artificial, cuando había sorteado las crisis post-Expo Olímpica del 92, la punto.com y la gran crisis del 2008, me llegó la pandemia del coronavirus metiéndome de lleno en el siglo XXI y adelantando la historia más de treinta años.

Esto me lleva a hablar de lo que es la refrigeración, que es, junto a otras pasiones, lo que más me gusta; y, a la vez, de esta crisis del coronavirus, que es lo que menos me gusta.

La refrigeración está mostrando su potencial en la crisis del coronavirus cuando entre otros profesionales se ve a frigoristas adaptando instalaciones muy necesarias para la población. Por ejemplo, y entre otras, las de Ifema en Madrid para utilizarlo como hospital. También se observa en el transporte de alimentos y en los supermercados, y aunque no se ve, pero también está, en los mantenimientos de los sistemas de telecomunicación. El frío es un agente básico que soporta a todas las sociedades avanzadas independientemente de su estructura política, social y económica.

Imagen del Hospital de campaña de Ifema durante su construcción en tiempo récord.

La sociedad actual es interdependiente, y todos los sectores de la misma son necesarios, ninguno sobra. Si alguno falta en un momento determinado, todo el sistema se debilita. A la vez, todos somos servidores de los demás. Es esta labor la que me gustaría resaltar y, además, reivindicar la profesión de frigorista como una profesión de servicio social.

Conversaciones…

Y es que estos días nos están cambiando la vida a tod@s, y las conversaciones simples se vuelven profundas, y las profundas a veces dejan de tener sentido. Por ejemplo, hablando con un compañero más joven que yo por teléfono, me dijo que le daba gracias a la vida por cómo le iba, al decirle que yo también y que le ganaba por unos años ya que en mayo hago los 60, me felicitó, por el tiempo que llevo ganado. Parece una estupidez, pero me está afectando. A partir de ahora todo lo que haga será para dar las gracias a los que me animan porque se lo merecen, y a los que en cierta medida creen juzgarme, les doy también las gracias por ayudarme a ser mejor y a continuar en este esfuerzo de superación.

El coronavirus está afectando al sector de la refrigeración, y ahora más que nunca entre otras acciones se necesita apoyar al total del tejido empresarial, dar ayudas económicas reales a pymes, y particularmente a los autónomos, reducir o condonar el pago de impuestos para favorecer la cadena de pagos, congelar las cuotas de los que están cerrados forzosamente, realizar una valoración correcta respecto a la aplicación de restricciones, etc.

Las instalaciones deberán adaptarse a cualquier catástrofe

Respecto al futuro, creo que las instalaciones frigoríficas, al igual que siempre se han diseñado en los barcos, deberán estar preparadas para funcionar en cualquier circunstancia, eventualidad o catástrofe que pueda ocurrir porque lo que conservan son alimentos, medicinas, ordenadores, etc., y eso es más valioso que la propia instalación, e incluso, que el personal que la cuida.

Las instalaciones frigoríficas seguirán siendo cruciales en cualquier momento y lugar.

Las instalaciones frigoríficas tendrán que estar preparadas para su funcionamiento autónomo y a la vez integradas en redes, tendrán que ser energéticamente autosuficientes e independientes, tendrán que ser inmunes a contaminantes externos (sustancias químicas, radiaciones, virus informáticos, etc.), tendrán que utilizar la inteligencia artificial a la vez que poder actuar manualmente y, todo ello, sencillamente porque ya sabemos que una tostada untada con mantequilla y mermelada siempre cae al suelo por la parte untada, y la única solución es que no se caiga al suelo antes de llegar a la boca.

Si se quiere potenciar el servicio al que la sociedad nos somete como tecnología o engranaje esencial, la refrigeración se tiene que fortalecer para no fallar nunca.

¡Se está demostrando en esta crisis del COVID-19!

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