A tan solo unas horas para vivir una de las noches más especiales del año, las familias lo ponen todo a punto en sus domicilios. Por delante, vienen días de Navidad para disfrutar arropados de nuestros seres queridos, pero también para tener muy presentes a quienes peor lo han pasado este año. Por eso, he querido dedicar el último blog de 2024 a los afectados por la DANA en Valencia, que, irremediablemente, marcará este año para siempre.
Durante la pasada semana, este medio publicó todos los testimonios recopilados en nuestra visita a algunos de los almacenes más afectados por las inundaciones de la provincia de Valencia. 40 días después de la tragedia, C de Comunicación decidió desplazarse sobre el terreno para contar a nuestros lectores lo que estaba ocurriendo en la zona cero de la DANA.
De esta manera, hemos podido dar voz a los profesionales afectados, que no han dudado en abrirnos las puertas de sus puntos de venta para relatarnos cómo han vivido unas semanas que no podrán olvidar nunca. Nuestra obligación como medio de comunicación era, por supuesto, acudir a los lugares de la zona cero. No podíamos dar la espalda a una situación como esta porque nuestro compromiso con el periodismo y con el sector así nos lo exigían.
Lección de resiliencia
Pasear por las calles de los polígonos industriales de Sedaví, Paiporta, Horno de Alcedo o Ribarroja del Turia nos ha permitido comprobar de primera mano cómo el tiempo ha pasado muy despacio desde aquel 29 de octubre. De hecho, parece haberse detenido cuando observamos las imágenes de los cementerios de vehículos olvidados, que esperan su retirada varias semanas después de la tragedia. Y revivir los momentos de aquel día a través de los sinceros testimonios de los afectados nos ha hecho palpar, en los ojos emocionados de los protagonistas, los sentimientos de miedo, angustia, desolación, abandono, desánimo, desasosiego… Un cúmulo de emociones que ha llevado a muchos a modificar su escala de prioridades, valorando las cosas que ‘son realmente importantes en la vida’.
Pero este viaje ha supuesto también un auténtico aprendizaje para todo nuestro equipo. Desde sus almacenes anegados por el lodo, los profesionales nos han dado una lección de resiliencia, lucha, fuerza y constancia. Nos han enseñado a seguir peleando, por mucho que no haya más horizonte que el barro que se llevó por delante sus proyectos e ilusiones. Y a cómo continuar adelante a pesar de haberlo perdido todo, tirando de orgullo, coraje y amor propio.
Una Navidad diferente
Historias reales con nombres y apellidos como la de Francisco Alonso, de Grupo Sima, Patricio Belarte, de Saneamientos Herbelca, Nacho Martí, de Tuberplas, Toni Ruiz, de Suministros Maeztu, o Cristian Tamarit, de Levantia, que ponen de manifiesto, como ya ocurrió durante la pandemia, que el sector de las instalaciones es imprescindible para nuestra sociedad.
Abandonados a su suerte por la Administración, solo se han sentido arropados por los suyos. Y por los voluntarios, que han inundado las zonas afectadas de juventud y, mucha, mucha solidaridad. Ellos han sido los únicos que les han echado una mano. Personas anónimas llegadas de toda España que no han dudado en ponerse manos a la obra y tomar palas, rastrillos, monos y lo que hiciera falta para contribuir con su granito de arena a que las empresas pudieran tener un futuro tras la tragedia.
Ahora, les tocará vivir una Navidad diferente. Aunque las pérdidas económicas han sido gigantescas en la mayoría de los casos, les queda el consuelo de conservar en la mesa a todos sus seres queridos, con quienes se sentarán durante los próximos días para despedir este miserable 2024. Con ellos, recordarán vivencias, momentos, los días más duros, pero se sentirán orgullosos del trabajo realizado en esta continua batalla contra el fango.
El 2024 nos ha puesto frente al espejo a un sector fuerte y resistente. Que nunca deja de luchar. Que es capaz de sobrevivir pese a las adversidades. Este año más que nunca, valencianos, uno de los brindis de la Nochebuena irá por vosotros. Por la lección que nos habéis dado tras la DANA. Sabemos que vais a salir adelante. Amunt Valencia y Feliz Navidad.