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Fondos europeos y escasez de mano de obra

Por Miguel Ángel Jiménez

Uno de los aspectos que se van a erigir en un vector fundamental en 2022 es la llegada y aplicación de los fondos europeos Next Generation. El sector de las instalaciones térmicas, entre otros ámbitos técnicos, es uno de los que se verán beneficiados. Por dos motivos: la sustitución de equipos de climatización y su contribución a las políticas de descarbonización, estrategia clave para Europa; y la necesidad de la mejora de la calidad del aire interior en todo tipo de inmuebles, factor que ha cobrado una gran fuerza con la pandemia.

Además, la creciente apuesta por la implantación de energías renovables, desde el autoconsumo energético a la aerotermia o la biomasa, es otro eje que va a definir gran parte de la actividad del mercado. En este contexto, un problema que viene de lejos, pero que se está intensificando en los últimos años, es la escasez de mano de obra cualificada en oficios técnicos. En síntesis, se avecina una enorme carga de trabajo para satisfacer una demanda que se prevé en claro ascenso; una demanda que tendrá dificultades para ser cubierta dados los escollos que encuentran las empresas instaladoras para ampliar plantilla en numerosas regiones. Hay aquí un evidente desequilibrio en el país entre demanda laboral y oferta de personal.

El sector instalador se encuentra con la escasez de profesionales.
Las empresas instaladoras encuentran muchas dificultades para encontrar mano de obra cualificada.

Aquí se atisban ya muchas oportunidades de negocio y los grandes operadores se están posicionando desde hace tiempo para coger el trozo de pastel más grande posible. Muchos de ellos cuentan con grandes fondos de inversión detrás para sacar el músculo financiero suficiente para lo que se avecina.

Posición de las grandes corporaciones

Así, hemos visto que, en el ámbito del autoconsumo energético, la comercializadora Holaluz ha cerrado la adquisición de tres empresas instaladoras, especialistas en renovables, para potenciar su actividad en zonas como Cataluña, Levante y Canarias. Otras comercializadoras energéticas, conscientes de que se están jugando mucho en cuanto a cifra de negocio, también están explorando la búsqueda de alianzas para captar profesionales antes la demanda enorme que se prevé.

Compañías energéticas, aseguradoras, constructoras, grupos de infraestructuras o contratistas son grandes operadores que están creando redes de instaladores, operarios o técnicos que les aporten servicio en estos campos, desde instalaciones térmicas a eléctricas, pasando por el gas o las telecomunicaciones. Su interés es absorber parcelas de negocio allá donde se perciba volumen y rentabilidad, y aumentar su base de clientes.

En este contexto, se está produciendo también el acercamiento de grandes superficies y enseñas de bricolaje (como Ikea, Leroy Merlin, Bricomart o el Corte Inglés) al colectivo de profesionales de la instalación. Se desarrollan estrategias comerciales para captar clientes profesionales; o se persiguen alianzas con asociaciones sectoriales para ampliar negocio.

Un ejemplo reciente es el acuerdo suscrito entre AGREMIA y Leroy Merlin PRO, la división dirigida al profesional de la multinacional francesa, que se ha convertido en socio colaborador de la asociación. La compañía no oculta que uno de los objetivos de esta colaboración es “seguir aumentando la amplia red de profesionales que pertenecen a nuestro club PRO”.

¿Uberización del sector de las instalaciones?

Surge aquí un concepto que ya mencioné en un post de hace tres años: la posibilidad de la uberización del sector de las instalaciones. Muchos empresarios y entidades perciben que se podría ir extendiendo aún más un modelo que ya existe en el que miles de autónomos y profesionales de la instalación estarían integrados en las redes comerciales de este tipo de corporaciones. El instalador, fontanero o técnico actuaría solo como mano de obra, cada vez más escasa, por lo que se percibe en el sector. Esto supone poner al profesional al servicio de los grandes operadores; se perdería en gran parte esa relación privilegiada de proximidad y trato cercano que siempre ha caracterizado a estos oficios.

Los fondos europeos, como motor del sector de las instalaciones en edificios.
La llegada de las inversiones de los fondos europeos actuarán de palanca de crecimiento en áreas como la rehabilitación energética o las energías renovables.

Los fondos europeos constituyen ese empuje inversor que hace falta para dinamizar ámbitos como la rehabilitación energética, la implantación de renovables o la reposición de equipos de climatización ineficientes. Pero también atraen a oportunistas que surgen en estas coyunturas; consultoras de nuevo cuño con excelentes contactos con la Administración, que nacen al calor de esta “intermediación de valor”, por llamarlo finamente.

En este escenario emergen diversas preguntas. ¿Las grandes corporaciones, con sus redes de operarios, restarán una parte importante del negocio al profesional instalador? ¿Es la falta de mano de obra cualificada el factor que está desencadenando estas alianzas? ¿El acercamiento de estos operadores al profesional del sector es positivo y enriquece el mercado? ¿Se extenderá este modelo de uberización en el sector? ¿Se aprovecharán de manera eficiente los fondos europeos a escala micro?

Son solo algunas de las cuestiones a analizar, que ofrecen muchas lecturas. Espero sus comentarios. Y cuídense mucho; 2022 ha comenzado con los efectos de la sexta ola de la pandemia.

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