A finales de diciembre, mi familia y yo decidimos cerrar el año con una escapada a Oslo. El frío noruego, como era de esperar, no defraudó. Máximas de 2 grados y mínimas por debajo de cero.
Según nos contaba un taxista, en 2023 alcanzaron hasta los 25 grados bajo cero. Menos mal que no fue el caso de esta Navidad. Aunque frío lo que se dice frío, sí que hizo. Y mucho. Por lo menos para nosotros.
Sin embargo, lo que más llamó mi atención no fue el clima exterior, sino el confort interior. Mientras fuera nos sentíamos como excursionistas ascendiendo por el Everest, dentro de los edificios la realidad era diferente.
Cálido, cómodo y acogedor
Como profesional del sector de la climatización, no pude evitar fijarme en cada detalle. Deformación profesional, supongo. Seguro que a vosotros os ocurre lo mismo, o eso espero.
En el hotel donde nos alojamos, me llamó mucho la atención la sutilidad de los sistemas de calefacción. El radiador de mi habitación, aunque a veces emitía un ligero calor, nunca estaba realmente caliente. La rejilla de la instalación de conductos tampoco parecía estar expulsando aire caliente, y el suelo (ni frío ni siquiera fresquito) no parecía tener un sistema radiante activo.
Sin embargo, el ambiente era perfecto. ¿Cómo lo conseguían? La respuesta no estaba en grandes potencias térmicas ni en tecnologías sostenibles complejas, que también las tienen. El secreto estaba en el aislamiento.
En Noruega, y en los países escandinavos en general, han perfeccionado sistemas de aislamiento tan eficientes que los sistemas de calefacción apenas tienen que trabajar. Y es que, el sistema escandinavo es eficiente en su máxima expresión.
El sistema de aislamiento escandinavo
Lo que fui descubriendo posteriormente sobre el sistema de aislamiento escandinavo me pareció fascinante. No se trata solo de una técnica, sino de una filosofía que tiene su punto de partida en el diseño de las viviendas. Los pilares fundamentales son los siguientes:
- Aislamiento doble (interior y exterior): Las paredes están diseñadas con capas de aislamiento tanto por fuera como por dentro, algo que en España no vemos a menudo.
- Materiales avanzados: Usan lana mineral, paneles de espuma rígida y membranas de control de vapor. Todo ello para retener el calor y prevenir la humedad.
- Sellado hermético: Las puertas, ventanas y juntas están selladas al milímetro. Las ventanas de triple acristalamiento y las puertas con aislamiento reforzado son estándar. No hay espacio para corrientes de aire frío.
- Suelos cálidos: Aunque el suelo no siempre tiene calefacción activa, está diseñado para retener calor, lo que permite caminar descalzo en pleno invierno.
¿Es el aislamiento una amenaza…?
Con todo ello se consigue un resultado increíble. Edificios que mantienen una temperatura agradable con un consumo energético mínimo. En un país donde las temperaturas exteriores pueden ser extremas, este nivel de eficiencia es esencial.
Pero, ¿puede suponer esto una amenaza para nuestro sector? Aquí es donde viene mi preocupación. ¿Y si estos sistemas se popularizaran en España? Imaginemos un escenario en el que los edificios nuevos incluyan de serie este tipo de aislamiento. ¿Qué significaría eso para el sector de la climatización?
Hoy en día, la mayoría de los edificios en España aún no han sido diseñados pensados hasta ese punto en la sostenibilidad. Muchos de ellos cuentan con un aislamiento relativamente básico, lo que obliga a instalar sistemas de calefacción y refrigeración más potentes para compensar las pérdidas térmicas.
Pero ya sabemos que la situación está cambiando y lo hará aún más en los próximos años. Las normativas europeas están impulsando fuertemente la eficiencia energética, y con ello, la posibilidad de que el modelo escandinavo se convierta en una realidad en España.
¿… o una oportunidad disfrazada de desafío?
Si los modelos de aislamiento escandinavos llegaran a España, el impacto sería doble. Por un lado, supondría una gran noticia para el planeta. ¿Pero, qué significaría esto para nosotros, los profesionales de la climatización?
Por lo pronto, la respuesta sería la siguiente: menos sistemas instalados, potencias menores, menos facturación y, por lo tanto, una amenaza para la viabilidad de nuestro sector. Menos consumo energético significa menos emisiones de carbono. Pero por otro lado, podría ser un golpe para nosotros.
¿Estamos preparados para un escenario así? Este cambio, aunque beneficioso desde un punto de vista global, podría obligarnos a repensar nuestro modelo de negocio. ¿Cómo adaptarnos a un mercado donde la eficiencia energética reduce la necesidad de equipos tradicionales?
Sin embargo, es también una oportunidad disfrazada de desafío. Quizás la clave está en diversificarnos, en no centrarnos sólo en instalar sistemas de climatización, sino ser expertos en aislamiento.
Tal vez el futuro de nuestro sector no esté en competir contra estos sistemas, sino en integrarlos y mejorarlos. O quizás me estoy preocupando en exceso ya que, hoy por hoy, las prioridades de los promotores y constructores de viviendas son otras.
Hola Paco. No lo veas como una amenaza, ambas cosas son necesarias imprescindiblemente. No hay familia normal que pueda pagar el coste energético sin aislamiento, y con mucho aislamiento sin calefacción, no se llega al confort que tú experimentaste. Ambos son necesarios en su justa medida. Un cordial saludo
Desde AISLA compartimos la visión de que los avances en aislamiento no son una amenaza, sino una oportunidad para fortalecer todo el sector de la construcción sostenible.
Europa (la EPBD), marca objetivos ambiciosos para reducir emisiones en los edificios. Para alcanzarlos, hay que aplicar todo el conocimiento. El aislamiento reduce la demanda energética, los sistemas de climatización optimizan el uso de energía para satisfacer esta demanda reducida.
Sin aislamiento, no habría sistema capaz de satisfacer la demanda, ni familia capaz de pagarlo. Sin climatización, no habría aislamiento capaz de proporcionar el confort necesario.
Tanto los instaladores de aislamiento como los de climatización desempeñamos un papel clave y complementario, y solo colaborando conseguiremos los objetivos.