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El 2029 no está tan lejos como parece…

Por Paco HuetaDirector comercial de Jujuju Aquacenter

Empieza la cuenta atrás, no es un simulacro. Reconozco que me transmite bastante inquietud el asentamiento del R-290. Puedes pensar que exagero, pero párate a pensarlo bien si eres fabricante, distribuidor o instalador de equipos de aire acondicionado domésticos.

Si nadie lo remedia, en 2029 no podremos instalar equipos partidos de menos de 12 kw con gases que superen el PCA 150. Es decir, adiós al R-32.

Y eso querrá decir que nuestro sector, tal y como lo conocemos hoy, puede cambiar. Y no necesariamente a mejor. Verás por qué. Y no estoy hablando de un matiz técnico, ni de una evolución normal del sector.

Adiós R-32, hola R-290

A estas alturas de la película, el R-290 (propano) se perfila como el gran candidato a sustituir al R-32, a no ser que aparezca algún opositor de última hora (¿R-454C?)

Esto no representaría ningún problema, si no fuese porque el R-290 tiene una altísima inflamabilidad, con todo lo que esto implica.

Instalar un equipo partido con R-290 en una vivienda no va a ser como instalar un split de R-410A o R-32. Existirán más exigencias:

  • Requisitos normativos adicionales.
  • Limitaciones según el volumen de gas en interiores.
  • Señalización de la zona de trabajo en exteriores.
  • Herramientas específicas.
  • Formación y certificación obligatoria.
  • Etiquetas de seguridad en los equipos (esto último es mera suposición).

Pero este no es el problema. El problema lo veo en el miedo que ya se está generando y que, ojalá me equivoque, se va a generar en mayor medida.

¿Qué pasará con los vehículos y los almacenes?

Está claro que se exigirán nuevas condiciones para la instalación. Pero, ¿la legislación se meterá también con los vehículos de los fabricantes, distribuidores e instaladores? No obviemos que los vehículos de los fabricantes y distribuidores podrán llegar a transportar cientos de kilos de propano.

¿Y en cuanto al almacenaje? Está por ver si podremos seguir acumulando máquinas como hasta ahora, en cualquier nave, en cualquier altura o en cualquier rincón.

La demonización está servida

Este verano un medio de comunicación nacional publicó que los equipos de aire acondicionado ‘estaban calentando’ el planeta porque emiten calor mientras enfrían las viviendas. 

Así, con un par… Y se quedaron tan anchos después de soltar semejante barbaridad. No se pararon a pensar que el calor que notan que ‘fabrican’ las unidades exteriores es calor que ya existe en el planeta y que simplemente se está trasladando unos pocos metros. Ni que la energía que necesitan para mecanizar el proceso emite bastante menos calor que un secador de pelo.

Si eso se dice ahora, ¿qué se dirá en 2029 cuando todos los equipos domésticos lleven gas inflamable? ¿Que los que nos dedicamos a la climatización estamos poniendo en riesgo a la humanidad? ¿Que la extinción de la vida animal está más próxima que nunca? ¿Que no queríamos centrales nucleares pero ahora estamos instalando en nuestras viviendas algo peor?

Preparémonos para leer y escuchar titulares alarmistas y pseudonoticias desinformativas.

La palabra ‘inflamable’ asociada al salón de casa vende mucho más que la palabra ‘alta eficiencia energética’.

¿Volveremos al fancoil?

Si la normativa no ajusta o no se acompaña de una transición realista, podríamos acabar dando pasos atrás. Fancoils en viviendas. Es decir, sistemas con agua a cada dormitorio, pérdida de eficiencia y comodidad. Y por supuesto, aumento de la complejidad en las instalaciones.

Y todo esto, mientras nos seguimos convenciendo de que Europa está salvando el planeta cuando en otros continentes mucho más grandes en extensión se sigue usando el R-410A, o incluso el R-22.

El miedo en el usuario final

Al consumidor le podrá sonar a peligro saber que el equipo de aire del dormitorio de sus hijos lleva propano. Sobre todo porque se lo van a contar mal los de siempre, los que no tienen ni idea de lo que están diciendo. Eso no es justo.

Nadie se alarma por tener una bombona de butano en la galería, debajo del calentador, conectada con una simple manguera naranja que, muchas veces, está ya caducada.

O 10 botellas de propano de 35 kg conectadas por manguera negras. O un depósito con 1.000 kg de gas en el jardín de casa. Eso no da miedo.

¿Pero 600 gramos en un equipo hermético sí? Pues eso, vamos a necesitar campañas de información. Y deberíamos empezar ya. Fabricantes, distribuidores e instaladores. Todos.

Tenemos que anticiparnos a la narrativa mediática, tranquilizar y reivindicar el papel de la climatización como forma de mejorar las vidas de las personas y defender nuestra profesionalidad.

Esto se hace con información, con datos y con argumentos.

¿Qué pasará en 2029?

Y la gran pregunta es: ¿qué pasará en 2029? Pues que tendremos que adaptarnos, como siempre hemos hecho. Pero esta vez con más presión, con más responsabilidad.

Si el R-290 es el futuro y viene acompañado de desinformación y miedo, puede convertirse en el mayor reto que hayamos vivido en los últimos tiempos.

No podemos mirar para otro lado pensando que aún falta mucho para llegar al 2029. No, porque está ya a la vuelta de la esquina.

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Hilmer López
Hilmer López
22/10/2025 02:18

Estaré esperando ése gran momento… Ancioso!!!! Preparado para el cambio

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