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Sistemas de recuperación de calor: ¿cómo funcionan?

Por Sandra Barañano

Realizar una correcta ventilación y renovación del aire de nuestras viviendas es esencial para tener una calidad del aire adecuada y un ambiente sano. Pero es cierto que, al hacerlo, perdemos una parte importante de energía que sale al exterior. ¿Hay algo que podemos hacer para compensarlo o, al menos, recuperar parte de esa energía ‘perdida’?

La respuesta es sí: podemos compensar parte de esa energía mediante los sistemas de recuperación de calor.

Recuperación de calor: ¿en qué consiste?

Los recuperadores de calor son equipos que, a través de los sistemas de ventilación mecánica de un espacio o vivienda, permiten recuperar parte de la energía del aire del interior. Esto se consigue a través de un intercambiador en el que entran en contacto el aire interior con el del exterior, sin que se mezcle el aire de los dos circuitos.

En invierno, el sistema calienta el aire frío que entra del exterior, mientras que, en verano, permite enfriar el aire caliente del exterior.

Llegados a este punto, debemos diferenciar dos tipos de sistemas de ventilación mecánica: los de ventilación de simple flujo, que solo pueden extraer aire desde el interior; y los de ventilación de doble flujo que tienen un caudal de entrada y otro de salida.

Principales ventajas

Durante el periodo invernal, los costes de calefacción disminuyen enormemente. Por el contrario, en verano se reduce la electricidad gastada en aire acondicionado. Por lo tanto, los beneficios de estos sistemas son visibles en todas las estaciones más frías y más cálidas.

Sin duda, los sistemas de recuperación de calor incrementan notoriamente el ahorro económico al reducir el consumo energético. Además, no podemos olvidar que crean un ambiente confortable e incrementan el bienestar en el hogar.

Hay que mencionar quela maquinaria de un recuperador de calor normalmente se instala en falsos techos de baños, pasillos o terrazas.

3 medidas de control de calidades

Existen tres medidas para controlar los niveles de efectividad en el proceso y en concreto, para regular la calidad del aire, la humedad y la calidad ambiental. 

  • El aire expulsado: del aire que es expulsado, hasta un 90 % se puede recuperar en forma de energía, y esto supone un 25 % de la energía usada en el proceso de climatización. La aplicación de sistemas de recuperación de energía permite de manera eficiente la renovación del aire por medio de las tecnologías eficientes.
  • Los Sistemas de Volumen de Aire Variable (VAV): estos tienen como objetivo medir y ajustar el volumen de renovación de acuerdo a diferentes factores del aire interior del espacio. Estos factores son, por ejemplo, la calidad y medida de este aire.
  • El acondicionamiento del aire exterior: cuando transcurren las condiciones extremas de estaciones como invierno y verano, el acondicionamiento del aire exterior hace posible la obtención de grandes ahorros energéticos, ya que no exponemos al interior de la vivienda las condiciones exteriores directas, sino que el aire que entra está acondicionado.

Características a tener en cuenta

Es vital conocer la siguiente información sobre el tema: los recuperadores de calor deben contar con los siguientes controles:

  • Control de la ventilación: empleado para no ventilar más de lo indicado.
  • Control del sistema: utilizado para que el ahorro de emisiones de CO2 del recuperador de calor sea superior al de los ventiladores.
  • Posibilidad de realizar enfriamiento gratuito (free-cooling).
  • Posibilidad de realizar enfriamiento nocturno.

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