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Ahorrar energía en calefacción: ¿conocemos todos estos ‘trucos’?

En pleno invierno y con las bajas temperaturas que estamos sufriendo desde hace unas semanas es inevitable que tiremos, en mayor o menor medida, de la calefacción para poder tener una temperatura confortable en nuestras casas.

Ningún método de climatización es 100% perfecto, pero quienes cuentan con radiadores eléctricos o bombas de frío y calor son quienes posiblemente más sufrirán este invierno, con los precios de la electricidad dándonos sustos día sí, día también.

Por eso, es especialmente importante que los usuarios conozcan y apliquen en su hogar, en la medida de lo posible, algunos buenos hábitos y trucos para intentar reducir las facturas sin pasar frío.

Aunque parezcan pequeñas cosas sin importancia, incorporar estos hábitos diarios a nuestra rutina puede suponer hasta un 15 % de ahorro anual. Lo que se traduce en casi 200 euros al año de media.

Cómo ahorrar en calefacción

En primer lugar, el consejo más básico es que mantengamos siempre la casa en su temperatura adecuada, que debería mantenerse entre los 19º y los 21ºC durante el día y entre 15º y 17ºC por la noche. Por encima de estos márgenes no solo tendrás una sensación de calor innecesaria en invierno, sino que por cada grado de más consumimos hasta un 8 % más de energía.

También es importante adaptar la calefacción a nuestras necesidades, por ejemplo, apagando los radiadores en habitaciones que no usemos o en las que estemos poco tiempo.

Además, si salimos durante unas horas de casa, es mejor bajar el termostato hasta los 15º (es preferible eso a apagarlo del todo, lo que obligaría al sistema a usar más energía para volver a ponerse en marcha de nuevo).

Otro pequeño truco, pero que nos puede ayudar a no perder calor, es no cubrir los radiadores (por ejemplo con ropa intentando que se seque antes), ya que esto dificulta la difusión del aire caliente.

Es importante también mantener cerradas las puertas y ventanas de la estancia que vamos a calentar, incluso si se empieza a sentir calor. En este caso, es preferible reducir el nivel de los radiadores.

Para ventilar la casa, lo haremos preferiblemente teniendo la calefacción apagada, y durante 10-15 minutos, tiempo suficiente para tener un ambiente saludable. Y si podemos airear al mismo tiempo toda la vivienda, mucho mejor, ya que la corriente favorecerá la recirculación del aire y promoverá una buena calidad del aire.

Ahorrar en calefacción: más consejos

Otro consejo imprescindible es que no debemos menospreciar el sol y la luz natural para calentar nuestra vivienda. Durante las horas de luz, se deben dejar las cortinas abiertas, ya que la radiación solar contribuye a caldear las estancias.

Igualmente, hay que aprovechar elementos como cortinas y persianas para minimizar el paso del frío cuando no hay sol, a partir de media tarde y por las noches. Así también evitaremos perder el calor generado dentro de casa.

Por su parte, si utilizamos un equipo de aire acondicionado (frío/calor) no hay que ajustar el termostato a una temperatura superior a la deseada, pues no se calienta más rápido y supone un gasto innecesario. Es preferible encenderlo con antelación que mantenerlo por encima de la temperatura deseada.

Por último, aunque parezca algo menor, no debemos menospreciar la capacidad de las alfombras (especialmente, las de tonos oscuros), para mantener la temperatura alcanzada en las estancias de la casa.

Está claro que hay factores que no dependen de nosotros para tener una buena temperatura en casa, como es el caso de la orientación de la vivienda. No obstantes, debemos enfocarnos en aquellos aspectos sobre los que sí podemos actuar para intentar ser más eficientes y ahorrar energía y dinero.

Y si realmente queremos notar el cambio, podemos pensar en una pequeña inversión en aislamiento. Hay multitud de soluciones para cada tipo de vivienda y generan un gasto muy importante, aportando calidad de vida y bienestar sin subir la factura mensual.

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Sandra Barañano
Sandra Barañano
18/01/2022 10:32

Buenos días Antonio,
Muchas gracias por tu comentario, es muy acertado y nos da pie a aclararlo. Efectivamente, tu razonamiento es correcto, en cuanto a dejarlo encendido nos referíamos más, como bien comentas, a la calefacción mediante caldera o bomba de calor, cuando efectivamente se tarda más en llegar a la temperatura deseada, por lo que para periodos cortos en los que se sale de casa es para lo que se recomienda no bajar demasiado la calefacción para no estar con picos de temperatura y tener que subir luego más grados la misma.
De todas maneras, lo óptimo siempre será acompañar el sistema de un buen aislamiento térmico de toda la envolvente para evitar que la estancia baje más de esos grados sin necesidad de tener la calefacción encendida. Espero haberte respondido a la pregunta y de nuevo agradar tu comentario.

Antonio Arauzo
Antonio Arauzo
17/01/2022 19:46

Tengo dudas sobre esta recomendación: “Además, si salimos durante unas horas de casa, es mejor bajar el termostato hasta los 15º (es preferible eso a apagarlo del todo, lo que obligaría al sistema a usar más energía para volver a ponerse en marcha de nuevo)”. Tenía entendido que esto es un mito. La energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Entonces, por el diferencial térmico, se va a perder menos energía si la calefacción no está puesta. Por tanto, sería mejor apagarla. Otra cosa es la pérdida de confort por lo que tarde en calentar cuando uno vuelve a casa. Sin embargo, al arrancar un radiador eléctrico NO consume más energía. No es un motor de combustión. Quizá en las bombas de calor…, pero tampoco creo que sea significativo. ¿Podéis aclarar si el razonamiento es correcto? Gracias.

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