FEGECA ha presentado recientemente el Informe del Sector de la Calefacción del año 2023. Este análisis, en el que se resumen los aspectos más destacables del ejercicio, así como las novedades y los resultados obtenidos, se realiza desde hace 7 años y es uno de los más esperados y demandados por profesionales y entidades relacionadas con las instalaciones térmicas.
La objetividad y rigurosidad con las que FEGECA realiza este informe lo convierten en un documento de referencia que refleja la realidad del sector.
El año 2023 se caracterizó por la incertidumbre en diversos ámbitos, abarcando la economía, la política y también la esfera social, con un impacto directo sobre el usuario que modificó su comportamiento de compra de equipos para calefacción y producción de agua caliente sanitaria.
Ningún eslabón en la cadena de valor ha quedado al margen: la distribución se ha enfrentado a un exceso de stocks como consecuencia de la compras realizadas para hacer frente a la falta de suministro que se arrastraba del año anterior, el instalador ha sufrido el aumento de los costes de material, el consumidor ha visto cómo la inflación mermaba su poder adquisitivo y los precios experimentaban una subida constante, y los fabricantes han tenido que hacer frente a una reducción de la demanda al mismo tiempo que han desarrollado nuevos equipos más eficientes.
Las normativas europeas aceleran la transición
Estos factores se ven agravados por la necesidad urgente de acelerar la transición energética de la calefacción y reducir las emisiones de los edificios, pero este objetivo solo podrá alcanzarse invirtiendo en nuevos equipos más eficientes, de alto rendimiento y que incorporen energías renovables.
Esta necesidad ha llevado a la modificación y elaboración de normativas que buscan reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fomentar el desarrollo de sistemas eficientes y basados en fuentes renovables de energía.
Es importante destacar que las Directivas Europeas revisadas hasta la fecha buscan incentivar la transición hacia tecnologías más sostenibles y eficientes, ofreciendo flexibilidad en la implementación de medidas para abordar los desafíos energéticos y climáticos de manera equitativa y efectiva.
De esta forma, al igual que las bombas de calor, las calderas que usan biomasa, biodiesel, biometano o hidrógeno verde cumplen con los requisitos establecidos y se permite promover tecnologías híbridas con combinaciones entre caldera, bomba de calor de ACS, solar térmica, fotovoltaica, biomasa…
Diversificación de tecnologías
Es evidente, por tanto, que nos encontramos ante un momento de cambio de vectores energéticos, que ha dado lugar a la aparición de nuevas tecnologías y equipos. Esto nos obliga a optimizar nuestro sistema energético, evitando depender exclusivamente de un único recurso o tecnología.
Las bombas de calor, los combustibles renovables y la hibridación de sistemas son la gran apuesta del colectivo, ofreciendo soluciones que no solo son energéticamente eficientes, sino que también cumplen los principios de responsabilidad ambiental y social.
El objetivo es claro: alcanzar una descarbonización rápida y efectiva, que permita reducir las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero en el menor tiempo posible, a fin de mitigar los impactos del cambio climático y promover un futuro sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
La Administración Pública y el papel de las ayudas
Como mencionamos anteriormente, este proceso implica a toda la cadena de valor del sector, y la Administración Pública desempeña un papel crucial. Para lograr una transición rápida y efectiva, es fundamental contar con el respaldo y la colaboración de las instituciones europeas, nacionales y autonómicas, las cuales deben legislar y fomentar la sustitución de equipos por otros más eficientes.
Las ayudas deben llegar a través de incentivos directos, de fácil acceso, sencillos en su tramitación, de rápida resolución y que ofrezcan cantidades representativas y motivantes frente al elevado precio que supone este tipo de actuaciones.
Al mismo tiempo, es necesario que estas ayudas reconozcan las calderas, los biocombustibles y los sistemas híbridos como componentes claves dentro de los planes de sostenibilidad y descarbonización de la calefacción.
Estas soluciones representan una alternativa prometedora para reducir las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética en el sector, y su inclusión en los programas de ayuda e incentivos resultará fundamental para impulsar su adopción y así contribuir a la consecución de los objetivos medioambientales y energéticos establecidos.