Grupo Navec entra en concurso de acreedores y vende sus unidades productivas

El Grupo Navec Servicios Industriales S.L., dedicado a la ingeniería, fabricación, montaje y mantenimiento de plantas industriales, ha entrado en concurso de acreedores. Fue el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Tarragona quien dictó el auto de declaración de concurso voluntario, el pasado 30 de septiembre. En este auto, se designa a RCD Concursal como administración concursal y a Jordi Albiol como persona física designada por esta.

Como es habitual en estos casos, se decretó la intervención de las facultades del Consejo de Administración en favor de la administración concursal. Tras ello, teniendo en cuenta el impacto económico y social de la concursada en las zonas donde desarrolla su actividad, Albiol, en representación de RCD Concursal, procedió a solicitar al Juzgado de lo Mercantil número 1 de Tarragona, la autorización para la transmisión de la unidad productiva.

En dicha solicitud se pide, a su vez, que se pueda desglosar la unidad productiva en varias divisiones, debido “a la amplia diversidad y complejidad de las actividades llevadas a cabo” por Grupo Navec, así como por “la pluralidad de centros de trabajo repartidos por todo el territorio nacional”. Concretamente, dispone de instalaciones en Tarragona, Asturias, Murcia, Cádiz, A Coruña y Ciudad Real.

La venta de las unidades productivas de Grupo Navec

Con todo lo anterior, en ese escrito de autorización también se propone el modo de venta. Así, solicitó fuera a través de subasta ante la administración concursal en sede notarial. Cabe recordar que el texto refundido de la Ley Concursal establece que para estos supuestos el formato de venta debe ser la subasta electrónica, si bien es cierto que es potestad de la administración concursal proponer otros métodos de venta al juez.

Así las cosas, y ante la situación concursal de la empresa, primeramente, el administrador concursal traspasó los contratos de mantenimiento vinculados a Repsol, respecto a los centros de trabajo de Puertollano (Ciudad Real) y en La Coruña, con el fin de salvar puestos de trabajo e intentar recuperar tesorería. Se trataba de dos instalaciones con trabajadores adscritos que estaban funcionando como servicios de mantenimiento de las instalaciones de un solo cliente, Repsol. La multinacional planteó la rescisión del contrato por incumplimiento y RCD Concursal llevó a cabo el traspaso, con aprobación de trabajadores, a favor de Serveo, propiedad del fondo Portobello. En total, algo más de doscientos trabajadores.

La primera semana de noviembre, el administrador, según la resolución del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Tarragona, traspasó, de igual manera, a Serveo, por ser el mejor postor, la unidad productiva sur, que opera en Algeciras y Cádiz (un centenar de trabajadores); y la unidad de mantenimiento de Cataluña, con la prestación de servicios en el Complejo Petroquímico de Tarragona (con 285 empleados más).

De esta manera, la nueva propietaria pasará a integrar a la plantilla correspondiente y a quedarse tanto con los contratos como con las existencias y la maquinaria.

Unidades productivas por vender

Por otra parte, todavía queda por vender la división de Ingeniería Aplicada, la Obra Civil de Cataluña y la unidad de Asturias. Para todas ellas, se realizaron subastas que quedaron desiertas, por lo que, actualmente, están llevando a cabo un proceso de adjudicación más directa, recabando ofertas. “Por el momento, no sabemos si las vamos a recibir o no”, explica Jordi Albiol.

No obstante, indica, “no todos los trabajadores estarán metidos en unidades productivas”. Por ello, han tenido que activar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que se encuentra en periodo de consultas con los representantes de los trabajadores. “Nuestra intención es salvar a todos los empleados que podamos”, expresa Albiol.

A grandes rasgos, del millar de trabajadores que tenía Grupo Navec, se han conseguido salvar ya más de 600 empleos. Algo que, destacan desde RCD Concursal, “ha sido posible gracias al juez Santiago Aragonés, que se ha implicado al 200 % y ha arrimado el hombro”. De ahí, el ritmo acelerado de las acciones que, de otra manera, podrían haberse demorado “meses”. Esta venta exprés responde a la necesidad: “Si lo hubiéramos hecho por una vía ordinaria, en tres meses nos habríamos quedado sin empresa“.

Las cuentas del grupo

Las últimas cuentas depositadas por Grupo Navec datan del ejercicio de 2022, año en el que la entidad cerró con unos ingresos de explotación de 91,81 millones de euros. No obstante, los resultados ordinarios antes de impuestos de la actividad realizada durante dicho ejercicio terminaron en negativo, con -458.040 euros. Una cifra que disminuiría hasta los 685.002 euros de deuda cuando se habla del resultado del ejercicio.

Una situación que, según la memoria del Ernst & Young como auditores, viene dada desde el ejercicio 2016, cuando el Plan General de Contabilidad fue modificado por el Real Decreto 602/2016. Según el cual, la sociedad desde el 1 de enero de ese mismo año debería haber amortizado de forma sistemática el fondo de comercio y los inmovilizados intangibles que fueron considerados en ejercicios anteriores de vida útil.

Sin embargo, continúa el auditor, “los administradores de la sociedad no han registrado el gasto de amortización descrito, que asciende a 3,947 millones de euros en el ejercicio de 2021 y la misma cantidad para cada uno de los cinco últimos ejercicios”. De esta manera, anotan desde EY, “el epígrafe de inmovilizado intangible del balance de situación se encuentra sobrevalorado en 23,683 millones de euros y los resultados de ejercicios anteriores infravalorados en 19,736 millones de euros“. Es decir, los activos de la compañía valen 23 millones de euros menos, sumando un total de 19 millones de euros más de pérdidas.

Este concurso y consiguiente venta del grupo es el final de todo un proceso que comenzó cuando la compañía pidió un préstamo participativo de nueve millones de euros a Cofides para empresas impactadas por el coronavirus.