El hidrógeno renovable, ¿competitivo en España a partir de 2030?

La Fundación Naturgy acaba de publicar un estudio titulado “Hidrógeno: vector energético de una economía descargonizada”. En él, expertos del Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC) afirman que este gas renovable podría ser competitivo a partir de la próxima década.

No obstante, para ello apuntan a la necesidad de “impulsar políticas que ayuden a escalar la tecnología, reducir los costes y atraer inversiones“. Los expertos del IREC reclaman una regulación y certificación de origen “urgentes”, dado que “los nuevos usos y aplicaciones del hidrógeno renovable empiezan a ser ya una realidad a nivel de proyectos en ejecución en muchos países europeos”.

El desarrollo de la tecnología del hidrógeno será esencial en el marco del Pacto Verde Europeo y de la economía verde, y el despliegue de una economía de este gas -vaticinan los autores del citado estudio– “contribuirá a activar la economía española, con decenas de miles de millones de inversión de ahora hasta 2050, y con la necesidad de formar técnicos y especialistas a distintos niveles“.

España, el mejor país europeo para ello

Según “Hidrógeno: vector energético de una economía descargonizada”, España es el país con más potencial de producción de hidrógeno gracias a sus condiciones geográficas y climáticas: “El potencial de producción de hidrógeno verde es de 1.750 TWh/año gracias a las condiciones geográficas y climáticas del país, lo que equivale a 11 veces el consumo actual de gas natural (160TWh/año), excluyendo el utilizado para generación”.

 

“Nuestro país está bien posiciona en Europa para producir hidrógeno renovable a un coste competitivo y exportarlo a otros países de la Unión Europea”, indican lo artífices de este documento en el que se especifica que “el potencial de producción de energía renovable de España está por encima de los 3.000 TWh/año, en un orden de magnitud superior una al consumo actual de electricidad y unas 30 veces la producción corriente de energías renovables”.

Estos datos suponen -continúan- que “existe capacidad para la producción de hidrógeno. “Lo que representa una oportunidad para la economía verde”.

A través de la infraestructura gasista

Según el director del IREC y también uno de los autores del estudio, Joan Ramon Morante, “el hidrógeno renovable tiene también un gran potencial en el ámbito del almacenamiento de energía, que será clave para el despliegue de las energías renovables previsto en la UE para lograr los objetivos de descarbonización”.

“El sistema energético necesita afrontar una solución de almacenamiento para periodos cortos, periodos largos y periodos más estacionales, y la única solución que tenemos hoy en día es utilizar un gas”, ha afirmado.

Morante también ha comentado que “con el hidrógeno, podemos convertir la electricidad en gas (power to gas), y conectar las dos grandes infraestructuras energéticas que ya tenemos, la eléctrica y la de gas, incrementando así su utilidad”.

Imagen de la portada del estudio publicado por la Fundación Naturgy.

Un argumento al que Albert Tarrancón, otro de los autores del documento, agrega que “este nuevo vector energético nos permitirá almacenar la producción renovable convirtiendo esta electricidad en hidrógeno, para inyectarlo posteriormente a la red gasista mezclándolo con el gas natural o para producir metano sintético, un gas equivalente al gas natural”.

“El papel del hidrógeno renovable como gas renovable debe incluirse intensivamente en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima PNIEC 2021-2030 de España”, han solicitado ambos.