Cuenta atrás para que las calderas de carbón den su adiós definitivo a la ciudad de Madrid. Y es que, desde este sábado, 1 de enero de 2022, estarán prohibidas, tal y como establece la Ordenanza de Calidad de Aire y Sostenibilidad (OCAS) de la ciudad.
“Su incumplimiento -subrayan desde Agremia– puede acarrear una sanción de hasta 20.000 euros para el titular de la instalación (en este caso, para las comunidades de propietarios)”.
Para facilitar esta labor y el reemplazo de estos equipos de calefacción tan contaminantes por otros más eficientes, el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha un plan de ayudas denominado Plan Cambia 360 (una de sus líneas de actuación se centraba en la eliminación de las calderas de carbón), gestionado por la Asociación de Empresas del sector de las Instalaciones y de la Energía.
“La convocatoria fue todo un éxito -comenta Inmaculada Peiró, directora general de la asociación-, teniendo en cuenta que son más de 120 las comunidades de propietarios que han solicitado ayudas, un número mayor al de calderas de este tipo que se estimaba que seguían funcionando en la capital”.
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