Andimac alerta de que, si no se activa un plan de choque para evitar la crisis energética y la huelga de transporte, el colapso en el sector será una realidad ya la próxima semana. "Es urgente garantizar la circulación en los puntos clave de acopio, asegurando el acceso a fábricas y centros logísticos", aseguran.
La huelga de transporte continúa en nuestro país. Pese al acuerdo alcanzado, esta madrugada, entre el Gobierno y el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), los transportistas que convocaron el paro – no presentes en la mesa de negociaciones- han decidido seguir adelante.
Tras doce días de huelga, el sector de la construcción alerta de que, si no se llega a un “plan de choque” por parte del Ejecutivo que palíe esta huelga y la crisis energética, la semana que viene se producirá una oleada de cierres de tiendas y almacenes“.
“Para evitar el colapso del sector, son necesarias medidas urgentes para garantizar la circulación en los puntos clave de acopio, lo que implica asegurar el acceso de sus transportistas a fábricas y centros logísticos”, advierten fuentes de Andimac.
“La última semana de marzo -aseguran- el sector corre el riesgo de desmoronarse por el desabastecimiento“.
¿Se pararán las obras?
La patronal afirma que toda esta situación “podría afectar, en última instancia, a las obras“. “La construcción es un proceso continuo en el que la falta de material bloquea la actividad”, recuerda.
“La huelga del transporte es una crisis sobrevenida como consecuencia del alza inasumible de los costes energéticos, por lo que coincide en la urgencia de poner en marcha medidas para abaratar la energía y el precio final de los combustibles al transporte profesional”, opinan desde la asociación de distribuidores de materiales de construcción.
Es más, “de alargarse -señalan-, todo esto podría terminar impactando en la ejecución de los fondos europeos“. Además de en las previsiones de crecimiento del propio sector: “En la actualidad, no hay previsiones, solo una gran incertidumbre que requiere máxima prudencia en la gestión de los riesgos por parte de las empresas”, afirma Sebastián Molinero, secretario general de Andimac.
“Si a la tensión límite que nos provoca el incremento de los precios sumamos el coste de paralizar una obra, o mantenerla al ralentí, muchas empresas constructoras pueden colapsar y arrastrar de nuevo al conjunto del sector”, agrega.
Recordemos que esta misma semana, algunos protagonistas del sector de climatización, calefacción y fontanería comentaban a este medio que la huelga de transporte comienza a repercutir en sus negocios. Algunos como el Grupo Coproven confesaban que, ahora mismo, tienen muchos pedidos que “no podemos entregar, bien porque no nos llega el material o bien porque, aun teniéndolo, no podemos sacarlo“.
