Se llama Adrián y tiene 28 años. Tal y como él mismo confesó en la prueba que le llevó a ser uno de los actuales concursantes del talent culinario: "Vengo de Bilbao y trabajo en la obra. En concreto, pongo conductos de ventilación, por lo que se podría decir que vivo del aire".
La décima edición de MasterChef, el programa culinario más famoso de la televisión, tiene a un instalador de aire acondicionado entre sus 16 concursantes. Aunque, desde el pasado lunes, ya son 15.
Su nombre es Adrián, tiene 28 años y es de Bilbao: “Trabajo en la obra. En concreto, pongo conductos de ventilación, por lo que se podría decir que vivo del aire”, confesaba al jurado durante la prueba que le condujo a ser hoy uno de los aspirantes a ganar el concurso.
El instalador vasco también ha contado que realmente fue su novia y su suegra las que lo presentaron al programa, al ver que le encanta cocinar. “La verdad que esa pasión por la cocina me viene de mi madre. Mi sueño es tener un restaurante el día de mañana”.
Pese a tener una adolescencia complicada, tal y como él mismo confesó al jurado, “ahora, se puede decir que estoy centrado en el aire y la cocina”.
Además, y como anécdota, el profesional del sector le pidió matrimonio a su novia nada más recibir la noticia de que se convertía en concursante de MasterChef 10.
Hay que mencionar que, en las primeras pruebas del talent culinario, Adrián, junto a dos compañeras, tuvieron que ausentarse debido a haberse contagiado de COVID-19. Sin embargo, el programa se comprometió a incorporarlos una vez diesen negativo. Afortunadamente, este lunes todos ellos volvieron a los fogones.
El ganador de esta décima edición, que podría ser Adrián, obtendrá el premio de 100.000 euros, el trofeo de ‘MasterChef España’ y la posibilidad de publicar su propio liro de recetas.
